Consultadas por Servimedia, la Asociación de Comerciantes de las Calles Preciados, Carmen, Arenal y Adyacentes (Apreca) declaró que sus locales de hostelería asociados le han comunicado un descenso de ingresos del 10% (los comercios adscritos a esta entidad también sufrieron una bajada en las ventas, pero sólo del 6%), y la Asociación Empresarial de Hosteleria de la Comunidad de Madrid 'La Viña' indicó que los establecimientos de Gran Vía y alrededores que pertenecen a ella le han notificado un descenso del 9%.

El gerente de Apreca, José Luis de Lucio, explicó a esta agencia que la reducción de ventas de la hostelería, pese a la mayor afluencia de peatones, se debe sobre todo a la bajada en el consumo nocturno, porque los ciudadanos dejan de acudir a esas horas al centro al no tener posibilidad de aparcar el vehículo.

Por ello, en nombre de la asociación reiteró, como el año pasado, que "las restricciones en la movilidad son perjudicales para toda esta área comercial, la discriminan respecto a otras zonas de la ciudad, sobre todo en la periferia, con centros comerciales grandes que tienen más facilidad de acceso y aparcamiento", y denunció que el área central, que se cerrará definitivamente al tráfico privado no residente a partir de junio, está "discriminada" respecto a las periféricas.

Por su parte, la responsable de comunicación de 'La Viña', Margarita Míguez, insistió en la misma tesis. "A pesar del incremento de turistas registrado en la Comunidad de Madrid, la facturación de la hostelería ha descendido en diciembre de 2017 un 9% respecto al mes de diciembre del año 2016. Por este motivo, consideramos que las restricciones de tráfico y las medidas adoptadas han afectado al consumo en los bares, cafeterías y restaurantes de la zona de Gran Vía y alrededores", lamentó, detallando que el nivel de facturación en diciembre pasado descendió a niveles de 2014.