En concreto, pide "retirar la colaboración de los organismos, entidades o empresas públicas del Estado" y "no reconocer ningún tipo de subvención o beneficio fiscal" a ARCO "mientras no respete la libertad de expresión".

Esa es la respuesta que, a juicio de ERC, debe tener la decisión de ARCO de retirar la exposición sobre "presos políticos contemporáneos", obra del fotógrafo Santiago Sierra, que iba a exhibirse en el estand de la galerista Helga de Alvear.

ERC subraya en la exposición de motivos de la iniciativa que ARCO es "una de las principales ferias de arte contemporáneo del circuito internacional", que nació "con la intención de reunir una oferta artísitica que comprendiera las vanguardias históricas hasta el último arte emergente, sin olvidar el arte contemporáneo y moderno".

Desde la primera edición, en 1982 con 264 artistas de 14 estados, ARCO "se ha convertido en uno de los epicentros del arte moderno contemporáneo", llegando en 2017 a albergar exposiciones de doscientos galeristas de 27 Estados.

ERC describe la obra retirada y alerta de que el arte contemporáneo "debería ser aquella expresión artística que se relacione directamente con la sociedad actual y que se replantee y cuestione determinados dogmas o pautas sociales y/o políticas", por lo que la decisión de Ifema de "censurar" a Santiago Sierra es "impropia de un Estado que dice tener una democracia consolidada y más acorde con la de un Estado que censura el libre pensamiento".