Investigación

Un antirretroviral común mejora la capacidad cognitiva en un modelo de ratón de síndrome de Down

- Según un estudio del Centro de Regulación Genómica (CRG) y el Instituto de Investigación del Sida IrsiCaixa

MADRID
SERVIMEDIA

Un fármaco antirretroviral de uso común para el tratamiento del VIH, la lamivudina, aprobado en Estados Unidos y la Unión Europea para el tratamiento de la infección por el VIH en adultos y niños, mejora la capacidad cognitiva de un modelo de ratón de síndrome de Down.

Así lo revela un nuevo estudio conjunto entre personal investigador del Centro de Regulación Genómica (CRG) y el Instituto de Investigación del Sida IrsiCaixa, centro impulsado conjuntamente por Fundación ‘La Caixa’ y el Departamento de Salud de la Generalitat de Cataluña, tal y como confirmaron este martes ambas organizaciones en un comunicado, coincidiendo con la publicación del artículo en la revista ‘Journal of Cellular and Molecular Medicine’.

Según los investigadores, aunque es necesario llevar a cabo estudios clínicos para “confirmar” que el fármaco “provoca un efecto similar en los seres humanos”, sus resultados en animales “ponen de relieve” el “potencial” de utilizar la lamivudina u otros fármacos capaces de bloquear la misma diana terapéutica como tratamiento para “mejorar el deterioro cognitivo de las personas con síndrome de Down”.

En concreto, en el estudio se planteó la hipótesis de que el uso de moléculas capaces de inhibir la replicación del VIH, como la enzima transcriptasa inversa, también “podría funcionar” para “bloquear” los retrotransposones o segmentos de ADN que cambian su ubicación dentro del propio genoma, según apuntó el director de IrsiCaixa, Bonaventura Clotet, para quien “tanto el VIH como los retrotransposones necesitan de esa misma molécula y pasar de ADN a ARN y a la inversa para hacer copias de sí mismos”.

"La comunidad científica había demostrado que la lamivudina, un inhibidor de esta enzima que ya se utiliza contra el VIH, disminuía la activación de los retrotransposones en ratones de edad avanzada, por ello pensamos que su uso también podría ser útil para contrarrestar el deterioro cognitivo asociado al síndrome de Down", insistió.

EXPERIMENTO

Para demostrarlo, el personal investigador trabajó con ratones Ts65Dn, el modelo animal de síndrome de Down más estudiado hasta la fecha, y, durante cuatro meses, un grupo de ellos fue tratado con lamivudina, mientras que el otro se utilizó como control y únicamente recibió agua.

A continuación, el equipo llevó a cabo varios experimentos de comportamiento diseñados para comprobar la actividad locomotora, la memoria de reconocimiento y la ansiedad y descubrió que los ratones que recibían lamivudina mostraban “mejores capacidades cognitivas”. Los resultados del estudio plantean la hipótesis de que los beneficios observados gracias al fármaco “podrían deberse a su efecto sobre una o más variantes del gen APP”.

Según reiteraron los expertos, para cambiar su ubicación dentro del genoma, los retrotransposones crean copias de ARN de sí mismos “para salir de la zona del genoma donde están ubicados” y, “más adelante”, se “convierten” de nuevo en ADN para “poder volver a insertarse en el genoma, pero ya en otro lugar”.

“Dichos segmentos pueden insertarse en áreas específicas del genoma y, por casualidad, posicionarse en regiones promotoras de genes asociadas a enfermedades neurodegenerativas, potenciando su actividad”, advirtieron, para añadir que la actividad de estos segmentos de ADN para “saltar” de un sitio a otro del genoma “aumenta con la edad”.

TRATAMIENTO CON FÁRMACOS

Tras subrayar que la “mayoría” de las personas con síndrome de Down se someten a intervenciones psicosociales como la terapia de estimulación cognitiva, una de las “únicas opciones de tratamiento disponibles actualmente”, los impulsores del estudio defendieron que sus resultados “apuntan a una posible vía de tratamiento con fármacos” y sitúan a los retrotransposones como una “posible diana terapéutica de gran interés para el síndrome de Down”.

En este sentido, la investigadora del CRG y coautora del estudio, Mara Dierssen, advirtió de que se siguen “necesitando” tratamientos farmacológicos que “ayuden” de forma “consistente” a “mejorar las funciones de memoria, atención y lenguaje, o a prevenir el deterioro cognitivo asociado al envejecimiento”. “Este estudio es un paso más para cambiar esta situación, ya que revela que la actividad de los retrotransposones es un mecanismo interesante que hay que estudiar no solo en el envejecimiento, sino también en los trastornos del neurodesarrollo", abundó.

La experta explicó que este trabajo pretende “apoyar” a las personas con síndrome de Down y a sus familias “ofreciéndoles más opciones para vivir de forma independiente” y, “en particular”, a los individuos afectados por la enfermedad de Alzheimer en fase inicial. Así, el siguiente paso que se plantea el equipo investigador es el inicio de ensayos clínicos con el fármaco para personas con síndrome de Down y enfermedad de Alzheimer.

(SERVIMEDIA)
28 Jun 2022
MJR/gja