Uno de ellos es el VIII Campeonato Internacional de Fútbol 5 para Ciegos (categoría B1), con la participación de Chile y dos selecciones andaluzas: Andalucía y Fadec, según informó este viernes la ONCE.

Y el otro, el VII Campeonato Internacional de Fútbol Sala de las categorías B2 y B3 (jugadores con discapacidad visual grave o moderada), con Inglaterra, Ucrania y las selecciones de Andalucía y Cataluña.

Esta es la tercera vez que la selección ucraniana, patrocinada por el Comité Nacional de Deportes para Personas con Discapacidad, del Ministerio de Familia, Juventud y Deporte del Gobierno de Volodímir Zelenski, acude a Sevilla para participar en un campeonato internacional en plena guerra con Rusia.

El campeonato de fútbol 5 comienza este viernes con el partido entre Chile y la Fadec. Los encuentros de hoy y el sábado durarán 15 minutos cada parte a reloj parado, mientras que el domingo se alargarán a 25 minutos a reloj corrido en una única parte.

FÚTBOL SALA

Respecto al de fútbol sala, empieza este viernes con el duelo entre Ucrania e Inglaterra. Los partidos durarán 25 minutos cada parte a reloj corrido, excepto la final, que se jugará a 20 minutos cada parte a reloj parado.

Esta competición se desarrollará en dos fases. La primera constará de una liga a una vuelta de todos contra todos y que utilizará el sistema de puntuación habitual (tres por victoria, uno por empate y cero por derrota).

En la segunda fase, los dos primeros clasificados de la liguilla disputarán la final, en tanto que los clasificados en tercer y cuarto lugar lucharán por la medalla de bronce.

Los trofeos distinguirán con medallas y trofeos al primer clasificado, medallas para el segundo y tercer clasificado, trofeo para el máximo goleador y para el portero menos goleado.

La Fadec organiza ese doble campeonato internacional en colaboración con la Consejería de Turismo, Cultura y Deporte de la Junta de Andalucía; la ONCE, el Instituto Municipal de Deportes de Sevilla (IMD) y Ludibe

SILENCIO, SE JUEGA

El fútbol 5 es una disciplina paralímpica que practican deportistas ciegos o con baja visión y cuyo objetivo principal es el mismo que el del fútbol tradicional: marcar gol en la portería rival.

Cada equipo se compone de cuatro jugadores de campo, todos ellos ciegos o con baja visión, y un portero sin discapacidad visual. Todos los futbolistas con discapacidad compiten con un antifaz que cubre los ojos por completo para evitar que los jugadores con resto visual tengan ventaja.

Algunas características específicas imprescindibles son balón sonoro; vallas laterales que evitan los fueras de banda, salvo que el balón salga por encima de estas, y suponen un elemento de orientación y seguridad para el jugador, y el portero es vidente y tiene limitada su maniobrabilidad a una pequeña zona dentro del área de penalti.

Un guía detrás de la portería orienta a los jugadores, y la obligatoriedad de los jugadores de decir, de forma clara y audible, la palabra 'voy' (término español utilizado internacionalmente), para evitar golpes y orientar al jugador rival son otras peculiaridades.

Dadas esas necesidades, esta modalidad se juega en campo de césped artificial descubierto para facilitar la audición del balón. Por eso, es necesario el silencio del público mientras esté en juego la pelota y hasta que no se marque un gol o existan tiempos muertos.