En un mitin en el Centro Cultural Tabakalera de la capital donostiarra, Díaz pronunció más nítidamente que nunca en la campaña el nombre de Podemos, en concreto su marca vasca, Elkarrekin Podemos, afirmando que pedía el voto para esta candidatura, que “hace política útil”.

A la vez, habló por primera vez de forma explícita de su proyecto Sumar. “Tenemos que sumar para levantar un proyecto de país que sea muy ancho, muy abierto, feminista, inclusivo, ecologista, alegre, afable”, frente al país que “unos poquitos quieren“ y que “es demasiado estrecho”. Así, hizo un “llamamiento a la construcción de un proyecto de país en el que podamos habla en catalán, en gallego, en euskera”.

Acto seguido volvió a sostener que “lo que la gente quiere es la política útil, la que se centra en arreglar los problemas de la ciudadanía”, y que “no tenemos que hacer nada más” que “ir a las instituciones, respetarlas pero tener muy claro lo que queremos hacer en ellas y a quién queremos representar”.

Y como ejemplo puso la economía social, de la que dijo que San Sebastián es “capital española”; “una forma de economía no convencional, clave” y que “es solidaria, pone al ser humano en el centro, es feminista y ancla a los trabajadores y trabajadoras en los territorios”. En esa línea, abogó por la “posibilidad de capitalizar las prestaciones sociales para proyectos de economía social” y aseguró que “eso tiene el nombre de Elkarrekin Podemos”.

LA REFORMA LABORAL Y SUS VOTOS EN CONTRA

La vicepresidenta y ministra de Trabajo y Economía Social negó que la inflación se deba a la subida de los salarios, la atribuyó a los márgenes empresariales, y, como de costumbre en esta campaña, presumió de los ERTE, la subida del salario mínimo y de la reforma laboral. En este punto afirmó que “no es política útil aquéllos que, por la derecha o por la izquierda, se llame PNV o Bildu, han votado en contra de la reforma laboral”.

Recordando que “podían haberse abstenido”, aseguró que “no tenía ninguna justificación haber votado en contra” y cifró en un 12,9% la tasa de temporalidad a la que la reforma laboral ha conducido en el País Vasco. “Se llama reforma laboral, contra la que votaron PNV y Bildu”, insistió. Al PNV y el PSE como Gobierno vasco les afeó la temporalidad de los empleados públicos en esta comunidad, que ella cuantificó en el 48,9%, y lo enlazó directamente con su presencia en la campaña: “Por eso pido el voto hoy aquí para Elkarrekin Podemos”.

Díaz prosiguió demandando, como otras veces, una ley de deslocalizaciones que obligue a las multinacionales a devolver las ayudas públicas que haya recibido y la presencia de los trabajadores “en los lugares donde se toman las decisiones clave" de los proyectos empresariales. Una vez aprobada la reforma laboral, estableció que “toca hablar de las reformas empresariales, de la democracia económica”.

El penúltimo punto que abordó la vicepresidenta fue la vivienda, en una ciudad, como San Sebastián, que tiene el metro cuadrado más caro de España. En este sentido, agradeció a la coordinadora de Podemos en el País Vasco y diputada en el Congreso, Pilar Garrido, haber sido la parlamentaria “que ha trabajado y ha negociado la Ley de Vivienda”. Garrido, que intervino antes que Díaz, había agradecido el apoyo de ésta afirmando que, aunque “siempre” la han “sentido muy cerca”, era “muy importante” su presencia en el acto.

Finalmente, la líder de Sumar habló de pensiones y definió como “socialdemócrata” su plataforma: “Un proyecto socialdemócrata tiene que tener una mirada larga”. Lo hizo para avanzar que “el nuevo proyecto con el que vamos a sumar va a ensanchar también los derechos de los trabajadores” y en particular la jubilación en muchos oficios a los 65 años. “De eso va el proyecto de país, por eso vamos a sumar. En Euskadi habéis sumado”, remató.