Según explicó este jueves Alianza por la Solidaridad en una nota, los últimos acontecimientos en la Franja de Gaza han incrementado el riesgo de cierre de los hospitales y clínicas en este territorio que sufre el bloqueo de Israel y se encuentra bajo el gobierno de Hamás. “Con un suministro eléctrico de unas cuatro horas al día, y en horarios imprevisibles, el recorte de la ayuda humanitaria internacional está impidiendo el funcionamiento de los centros sanitarios, hasta el punto de que ya no hay recursos para la compra del combustible que requieren los generadores y que permiten mantenerlos activos cuando se corta el suministro desde Israel”.

Esta circunstancia prácticamente ha abocado al cierre parcial de tres hospitales públicos, entre ellos uno de salud mental, denuncia esta ONG que trabaja ‘in situ’ con la organización palestina Union of Health Work Committees (UHWC).

De hecho, dicen ser testigos de que “la situación de la población empeora cada jornada”, pues el Ministerio de Sanidad palestino ha obligado a parar los generadores de otros 16 centros públicos de atención primaria por esa falta de combustible y se prevé que en las próximas semanas tengan que cerrar más.

A ello se suma que este lunes pasado se pusieron en huelga indefinida las 13 compañías (830 trabajadores) que se encargan de la limpieza en los hospitales públicos, después de llevar cinco meses sin cobrar. Con una media diaria de 200 operaciones quirúrgicas y 100 cesáreas, el portavoz del ministerio ha señalado que “la situación es crítica, porque sin los servicios de limpieza no se puede trabajar, al no darse las condiciones de higiene mínimas para llevar a cabo estas operaciones”.