Así lo aseguró en la rueda de prensa posterior a la Asamblea Plenaria que los prelados españoles han mantenido esta semana en Madrid, cita en la que han acordado pedir a Roma que les mande legislar sobre abusos sexuales a menores en el seno de la Iglesia, ya que no lo pueden hacer.

Fuentes episcopales aseguraron a Servimedia que esa petición estaría cursada y que, después del visto bueno vaticano, la CEE tendría que remitir a la Santa Sede un decreto para que también lo valide. Todo ello, calcularon las mismas fuentes, podría estar antes de fin de año, pues en la Asamblea Plenaria de noviembre los obispos ya tendrían permiso para remitir un decreto al Vaticano, un decreto que, por otra parte, tienen “prácticamente elaborado” tras los trabajos de esta semana.

El citado decreto, que será “público y publicado”, pedirá al Papa que los obispos españoles puedan extender su normativa a agresores que “no sean eclesiásticos”, según Argüello. Asimismo, en él la CEE “dará cauces para denunciar” a quienes deseen hacerlo. “No todas las víctimas quieren hacerlo público”, matizó el portavoz, a partir de la experiencia en reuniones que ha tenido con víctimas.

En el estudio y elaboración del texto de ese decreto, añadió el secretario general, los obispos han mostrado el “cambio de mentalidad” de la Iglesia ante los abusos, talante que también se percibe, subrayó, en el impulso de un directorio que incluya “medidas a adoptar” en materia de prevención de esta lacra, atención a las víctimas “del pasado y del presente” y a los sacerdotes acusados y condenados, entre otros.

“La Iglesia reconoce que lo ha hecho mal, pero va dando pasos”, subrayó, pidiendo medidas en la misma línea a federaciones deportivas y otras entidades, como cuando sale algún caso en un colegio público. “¿Se mira a la ministra de Educación?”, indicó.