Así se pronunció Felipe VI en el almuerzo al mundo de las letras en el Palacio Real de Madrid, tras entregar ayer el Premio Cervantes al escritor leonés Luis Mateo Díez en el Paraninfo de la Universidad de Alcalá de Henares, un acto que el Rey dijo que "representa la afirmación colectiva de nuestras letras en el mundo hispanohablante", mientras que el almuerzo de hoy es "para rendir homenaje a la figura de Luis Mateo Díez, ensalzar los logros del idioma común y honrar nuevamente la memoria de Miguel de Cervantes, maestro universal; aunque realmente no requiera eso de un día especial porque lo hacemos o deberíamos hacer a diario, al hablar, leer o escribir".

Al almuerzo asistieron todos los escritores y poetas que han logrado un premio, como la periodista Sonsoles Ónega, premio Planeta 2023, amiga íntima de la Reina, así como los máximos representantes de la lengua española: el presidente de la RAE, Santiago Muñoz Machado; el del Instituto Cervantes, Luis García Montero; escritores veteranos, como Soledad Puértolas; y noveles, como Ángel Martín, que comenzó en la televisión. También asistieron el ministro de Cultura, Ernest Urtasun, que se sentó al lado del Rey, y la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, que también flanqueaba al monarca.

El Rey destacó en su discurso que "asistimos hoy a la aparición de nuevos espacios de desarrollo de nuestra lengua, como son los derivados de su uso en el ámbito digital y, especialmente, en el de la inteligencia artificial y las tecnologías actuales; o la necesidad de garantizar la claridad y la accesibilidad de la lengua para todos los ciudadanos".

Y sobre el premiado volvió a glosar su trabajo porque "la palabra alcanza hoy una magnífica expresión en la obra de Luis Mateo Díez, fraguada desde la década de los años setenta del siglo pasado. Ya desde sus comienzos leoneses, como uno de los fundadores de la revista poética de gran influencia 'Claraboya', la escritura de Luis Mateo denota una singularidad y una potencia creadora excepcionales, que han abierto nuevos derroteros literarios y han movilizado conciencias por su profunda reflexión en torno al ser humano".

No se olvidó don Felipe de los orígenes leoneses de Matero Díez: "La fantasía de Luis Mateo Díez se hace realidad cuando es asumida por los lectores de todo el mundo, que se apropian de ese espacio y se identifican con él. En ese entorno adquiere especial protagonismo la palabra oral como fuente viva de la memoria, que proviene de la tradición milenaria del filandón leonés".