Elecciones vascas

Sumar y Podemos ven asequible sacar un escaño por Álava en las elecciones del 21-A

-Al estar ambos en torno al 3% de votos exigidos para obtenerlos, dependerá de pocas papeletas que los consigan o no

MADRID
SERVIMEDIA

Tanto Sumar como Podemos ven asequible conseguir un escaño por Álava en las elecciones vascas del próximo domingo, disputado el de Vizcaya y difícil el de Guipúzcoa, la circunscripción en la que tradicionalmente es más potente su rival a la izquierda del PSOE, EH Bildu, a quien ambas formaciones y todas las encuestas auguran un gran resultado.

Fuentes de Sumar y Podemos consultadas por Servimedia coincidieron en este diagnóstico, del que se deduce que las candidatas de ambas formaciones a la Lehendakaritza, Alba García y Miren Gorrotxategi, no tienen del todo claro que conseguirán un escaño en el próximo Parlamento vasco, dado que ambas se presentan por Vizcaya. Serían los candidatos por Álava, Juantxo López de Uralde, el coordinador de Alianza Verde, socio de coalición de Podemos; y Jon Hernández, de Sumar, quienes tendrían más fácil obtener un asiento en la cámara vasca.

No obstante, en las tres provincias Sumar y Podemos confían en obtener el apoyo de votantes de izquierda desencantados con el giro al centro que ha protagonizado EH Bildu en su afán de disputarle el puesto de partido más votado al PNV. Ellos se añadirían a los otros electores progresistas que jamás darán su respaldo al partido que recuerdan que durante décadas apoyaron el terrorismo de ETA; una incompatibilidad de principio que, obviamente, excluye a los jóvenes que no vivieron ese período, pero que mencionaron a esta agencia tanto desde Sumar como desde Podemos.

Incluso con el apoyo de esos sectores de la sociedad vasca, una de las fuentes consultadas comentó que dependerá de un puñado de votos el que tanto Sumar como Podemos logren representación en cada una de las provincias. Esto es así dado que la ley electoral vasca establece que para conseguirla hay que superar el 3% de los votos válidos (votos a candidaturas más votos en blanco) en ese territorio, independiente de los demás. Y los dos partidos de arraigo estatal a la izquierda del PSOE se mueven en torno a esa cifra clave en el conjunto del País Vasco, de acuerdo con la mayoría de las encuestas.

Incluso obteniendo el 3%, el reparto de escaños en cada circunscripción derivado de la aplicación de la Ley D’Hondt no garantiza que uno de los restos recaiga en Sumar o Podemos, dado que depende de los apoyos del resto de candidaturas. De tal forma que dependerá de muy pocas papeletas en cada provincia la obtención de un diputado y la relación de fuerzas entre ambas, que podría ser desde 3 a 0 a favor de Sumar hasta idéntica proporción favorable a Podemos, o un empate o una ventaja mínima para una de las dos.

RIVALIDAD A MUERTE

Es decir, que una escasa victoria de una formación sobre la otra podría dar lugar a una lectura mucho más rotunda sobre el triunfo de la que quede por delante, en esta cita electoral que ambos partidos se toman como una antesala de su duelo definitivo en las europeas de junio. Su rivalidad estatal por ser la fuerza que patrimonialice el espacio a la izquierda del PSOE destruyendo a la otra ha arruinado, o al menos dividido por la mitad, las expectativas de una candidatura, Elkarrekin Podemos, que antes era un ejemplo de unidad. "Todos nuestros problemas nos han venido rebotados desde Madrid", se lamentaba un ex cargo público del espacio.

La dirección de Podemos Euskadi apostó totalmente por la unidad de la izquierda bajo Yolanda Díaz, y de hecho las candidaturas de Elkarrekin Podemos fue una de las que contó con su apoyo durante la campaña de las municipales del año pasado. Incluso, durante las negociaciones para una lista conjunta para estos comicios, que en ese partido piensan retrospectivamente que nunca fueron tales, dicha Ejecutiva autonómica prometió a Sumar cederle la portavocía pese al arraigo institucional de su candidata, Miren Gorrotxategi, y dimitir en bloque si la estatal de Ione Belarra o los inscritos de Podemos desautorizaban la coalición, como ocurrió en Galicia.

Pese a ello, Sumar no se fiaba de Podemos, sostenía que su apuesta por la unidad era ficticia e, inmediatamente después de esa oferta, su hombre fuerte en el País Vasco, su diputado en el Congreso y responsable de la ponencia organizativa de Sumar, Lander Martínez, dio por concluidas las negociaciones. Ya antes había anunciado que su candidata a la Lehendakaritza sería Alba García, curiosamente hasta ese día trabajadora de Podemos y miembro de la lista de Elkarrekin Podemos a las municipales de Bilbao.

Por su parte, un cargo territorial de Izquierda Unida recriminó a Podemos haberse quedado con el dinero que correspondía al grupo parlamentario en Vitoria que se formó con los resultados electorales de la coalición en 2020. "Eso no se le hace a nadie, es prepolítico", protestó. También haberse apropiado de la marca Elkarrekin Podemos ahora que la candidatura ya no es con ellos sino con Alianza Verde. Sea como fuere, si por unos votos ninguna de las dos formaciones obtiene representación en el Parlamento vasco, la izquierda española volverá a exhibir el fracaso del proceso de sucesión de Pablo Iglesias por Yolanda Díaz.

(SERVIMEDIA)
14 Abr 2024
KRT/nbc