En su intervención en un mitin en Bilbao que contó con la participación del ex secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, Gorrotxategi comenzó defendiendo a los “pancarteros”, vilipendiados por dirigentes del PNV y hasta del PSE, porque a su entender eso es la sociedad civil movilizada y “a golpe de pancarta” es como se sube el salario mínimo interprofesional, se interviene la vivienda o se aprueban impuestos a los bancos.

Por eso tachó de “desalentador y decepcionante ver que también EH Bildu está optando por esta fórmula de gobierno con el PNV”, y le recriminó “esta forma de querer ir al centro peneuvizándose”, cuando “el centro debería significar representar los intereses de la mayoría social”, unos intereses que negó que puedan ser compatibles con los de las grandes empresas eléctricas o los bancos.

“Nos han decepcionado”, aseguró de los abertzales, precisamente para competir con su rival electoral directo. “Tristemente han propuesto que gobierne la lista más votada y en coalición con el PNV. Su viraje estratégico hacia el centro implica un obstáculo hacia un gobierno de izquierdas”.

“Nosotros elegimos izquierda”, proclamó, abanderando también el “ruido” que se achacó a Podemos: “Si ahora se le llama ruido a la protesta de los de abajo exigiendo sus derechos, entonces que les quede bien claro: nosotras hemos venido a hacer ruido. A no resignarnos. A sostener, con argumentos y hechos, que es posible una sociedad mejor”.

IZQUIERDA CONCRETA

Una izquierda no entendida como “un fetiche al que adherirse por motivos folclóricos”, sino por motivos concretos como el rechazo a que se construya un museo Guggenheim en el paraje natural de Urdaibai, a la privatización de la sanidad o a que las empresas estratégicas se subasten a las multinacionales. “Y si eres de izquierdas, ¿por qué querrías en Euskadi un gobierno de derechas?”, preguntó, reiterando el estribillo habitual de su candidatura.

En su opinión, el PNV no sólo ha adolecido de problemas de gestión, aquéllos de los que le acusan el PSE y EH Bildu, sino “porque representa un modelo ideológico y político en el que la administración de las instituciones democráticas se hace con el consejo y el asesoramiento de la gran empresa, y este engranaje funciona a través de un sistema perfeccionado durante años, puntero, de la más alta tecnología: se llama puertas giratorias”.

El excoordinador de Podemos Euskadi y exdiputado en el Congreso Roberto Uriarte abrió el acto subrayando que el partido no cometió los errores de Eusko Alkartasuna y Ezker Batua de ocupar un puesto en gobiernos del PNV pero sin “poner su impronta” ni “cambiar de modelo”. También elogió a Gorrotxategi como ejemplo de la máxima de Albert Camus: “Amo demasiado a mi país para ser nacionalista”.

Uriarte constató el “momento de debilidad para la izquierda y de auge reaccionario”, pero auguró que después vendrá “la primavera”. Dio por hecho que Gorrotxategi no será la próxima lehendakari y lo atribuyó a que los nacionalistas tienen el “relato fácil” del “oasis vasco”, que sólo es “media verdad” y sólo funciona mirando hacia el sur, porque en el País Vasco francés el salario mínimo es de más de 1.700 euros. Finalmente, diagnosticó que cada vez es menor el diferencial con otras partes de España, y que se basa en la desigualdad y el clientelismo.