Derecho

La Real Academia de Ciencias Morales y Políticas acoge la presentación de la última obra del catedrático de Derecho Romano Rafael Domingo Osle

- En su obra 'Derecho y trascendencia' aboga por restablecer “la conexión entre espiritualidad y justicia, la religión y el derecho"

MADRID
SERVIMEDIA

El catedrático de Derecho Romano de la Universidad de Navarra Rafael Domingo Osle ha presentado en la Real Academia de Ciencias Morales y Políticas (RACMyP) su último libro, titulado 'Derecho y Trascendencia', en un acto que fue presentado por el presidente de la citada Real Academia -integrada en el Instituto de España-, Benigno Pendás.

En otras personalidades, a la presentación del libro acudieron también la presidenta del Consejo del Estado, Carmen Calvo, así como un relevante número de académicos de la RACMyP, entre los que se encontraban Gregorio Robles Morchón -quien intervino también en la presentación del libro-, Araceli Mangas , Pablo Lucas Murillo , Miguel Herrero y Rodríguez de Miñón y Andrés Ollero.

En la citada obra, el autor trata de restablecer la conexión entre la espiritualidad y la justicia, la religión y el derecho, y la teología y la jurisprudencia. Así, defiende una perspectiva trascendente del derecho, contraria a la corriente laicista dominante. “Y es que nuestra era de la globalización y de las nuevas tecnologías o se espiritualiza y solidariza, también en el ámbito de lo jurídico, o será opresivamente beligerante y destructiva. A la guerra en Ucrania y Gaza me remito”, sostiene al respecto el catedrático Rafael Domingo Osle.

En su opinión, la conexión entre el derecho y la espiritualidad es real debido al carácter holístico de esta última. “La espiritualidad proporciona a los ordenamientos jurídicos seculares un paradigma más amplio y un propósito más profundo, evitando un legalismo inmoderado”, indicó.

De esta forma, el autor sostiene que el derecho se espiritualiza cuando sitúa a la persona en el centro del ordenamiento jurídico, desmaterializa las relaciones jurídicas, reduce los niveles de coerción, estimula las formas de participación ciudadana, fomenta la solidaridad y la cohesión social y promueve el respeto por la ética y los derechos humanos.

La conclusión a la que llega, una de las principales, es que los juristas y los teólogos deberían descubrir la conveniencia de “restablecer el diálogo entre la teología y la jurisprudencia en la era de la secularización”. Y ello porque, desde un punto de vista secular, “es conveniente que los juristas y los filósofos del derecho estén familiarizados con la teología, del mismo modo que un arquitecto debe estar familiarizado con el tipo de suelo sobre el que va a construir una estructura. Las interacciones, las sinergias y la comunicación entre las ciencias son esenciales para desarrollar el conocimiento científico”.

(SERVIMEDIA)
11 Abr 2024
GJA