Más de tres millones de españoles padecen este tipo de dolor crónico y cada año se producen 400.000 nuevos casos, pero sólo entre un 40-60% de los pacientes logran controlarlo. Un 50% de las consultas de Atención Primaria se deben al dolor y, de ellas, hasta un 25% pueden ser relacionadas con dolor neuropático, según la SEN. En más de la mitad de los pacientes, dicho dolor tiende a su cronificación, por lo que hasta el 77% de los pacientes pueden sufrirlo durante más de tres meses y más del 65% presentan síntomas tras un año del comienzo del dolor.

El dolor neuropático muy frecuente en personas con problemas musculoesqueléticos, enfermedades articulares, cáncer o cefaleas. El neuropático "es considerado como uno de los peores dolores, tanto por la dificultad de tratamiento, como por su enorme complejidad fisiopatológica, como por la intensidad en la que lo experimentan los pacientes”, como afirmó el doctor Alan Luis Juárez-Belaúnde, coordinador del Grupo de Estudio de Dolor Neuropático de la SEN,

Este especialista destacó que esta patología está causada "por una lesión o enfermedad del sistema nervioso central, que hace que se interpreten como dolorosos ciertos estímulos que en realidad no lo son”.

EL RETO DE CONTROLAR EL DOLOR

Desde la Sociedad se señala que los principales retos actuales se encuentran tanto en el campo del diagnóstico como del tratamiento, ya que aún no se dispone de ningún modo objetivo para medir el dolor y existe infradiagnóstico del dolor neuropático y de las patologías asociadas en estos pacientes.

“Con los tratamientos actuales, solo un 40-60% de los pacientes logran un adecuado alivio del dolor, estamos hablando de una de las principales causas de pérdida de calidad de vida. En España, el 65% de los pacientes ha tenido que restringir sus actividades diarias y 82% refiere un impacto significativo en su calidad de vida debido al dolor”.

Además, un 70% de las personas afectadas por esta condición pueden llegar a presentar algún tipo de trastorno psiquiátrico, sobre todo del tipo ansioso-depresivo, alteraciones del sueño, o fatiga crónica.

Respecto al tratamiento, "se necesitan fármacos más eficaces que consigan tratar el dolor neuropático en el largo plazo, además de un mayor número de equipos multidisciplinares" que consigan mejorar las posibilidades de tratamiento".

Por ello, Juárez-Belaúnde destacó la labor de los anestesiólogos en unidades del dolor, médicos rehabilitadores, neurocirujanos, traumatólogos, entre otros, así como nutricionistas y fisioterapeutas, terapeutas ocupacionales, neuropsicólogos y psicólogos clínicos, "dependiendo de la patología que está provocando el dolor neuropático”.