La manifestación iba encabeza por una pancarta con el lema "El Archivo en Salamanca, bien gracias", que era portada por las principales autoridades de la ciudad, incluido el alcalde, el socialista Jesús Málaga, y el ecritor Gonzalo Torrente Ballester.

Málaga declaró, momentos antes de comenzar la marcha, que "es necesario llevar a cabo la protesta porque para Salamanca el archivo es vital, al igual que para otras ciudades lo es su industria".

La manifestación, de carácter silencioso, recorrió las principales calles de la ciudad y pasó por el Archivo Histórico Nacional, para terminar en la Plaza Mayor.

Desde el balcón del Ayuntamiento, un funcionario leyó un escrito redactado por Torrente Ballester en el ue se decía que "España entera debe percatarse de que la Salamanca que hoy se ha manifestado por las calles del barrio antiguo es tajante en su demanda: no saldrá ni un sólo legajo del Archivo".

El escrito añadía que Salamanca "siempre ha luchado por su identidad, desde el siglo XIII, como ciudad educadora y cultural, a la vez que se ha distinguido por proteger hasta los últimos extremos sus instituciones".