Aunque el 70,4% de los españoles tiene “pareja estable” y el matrimonio es la “forma mayoritaria de convivencia”, el Informe Familia 2017 denuncia que la crisis económica impide, junto al cuidado de familiares dependientes, que “cuatro de cada 10 personas puedan fundar un hogar” por sí mismas en la región.

“Las vulnerabilidades económicas multiplican tanto las dificultades educativas como el pesimismo y aumentan el descontento con los hijos, reducen la actividad social y hacen más desigual la toma de decisiones”, afirmó el director del Instituto de Familia de la Universidad de Comillas, Fernando Vidal.

De hecho, son estos problemas económicos derivados de la crisis los que, según los autores de la investigación, impiden a más del 60% de los menores de 35 años que viven con sus padres formar un hogar propio junto a su pareja.

Según datos del Consejo de la Juventud de España (CJE), la edad media de emancipación de los jóvenes españoles se sitúa en los 29 años, mientras que la media europea es de 26. No obstante, muchos de los que abandonan el ‘nido’ no lo hacen para formar un hogar sino que comparten piso con otros jóvenes.

De hecho, los jóvenes españoles de 16 a 29 años no ingresan más de 12.000 euros al año, mientras que los de 30 a 34 cobran una media de poco más de 15.000 euros anuales, unos salarios que se encuentran en el umbral de lo conocido como ‘sueldo mileurista’ y que hace complicado que se emancipen y, mucho menos, fundar un hogar.

Cáritas ya alertó en un informe reciente de un nuevo fenómeno entre los jóvenes españoles, los ‘sinkies’, que son aquellas parejas de menos de 30 años en las que ambos trabajan pero que su nivel de ingresos les impide tener hijos.