Los socialistas han presentado una proposición no de ley, que deberá ser debatida y votada en la Comisión de Sanidad y Servicios Sociales de la Cámara Baja, en la que insta al Gobierno a que, en colaboración con las comunidades autónomas y la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP), desarrolle una campaña institucional destinada a alertar a los ciudadanos sobre las consecuencias del “uso inadecuado” de las toallitas húmedas”.

La iniciativa, a la que tuvo acceso Servimedia, indica que esa campaña debería hacer un especial hincapié en recomenar el uso ocasional de las toallitas húmedas y que no se arrojen al inodoro, sino desecharse en la basura o en los contenedores de reciclaje para papel.

Además, solicita al Ejecutivo a que el etiquetado de esos productos advierta siempre “de forma destacada” que no deben tirarse por el váter “por el peligro de atasco en cañerías y depuradoras” y que no incluya mensajes “que induzcan al consumidor a considerar estos productos como sostenibles, biodegradables o similares al papel higiénico”.

“El uso de las toallitas húmedas para usos higiénicos (cuidados de bebés y de adultos), para desmaquillarse, para limpiar gafas, limpieza del hogar, etc., llamadas ‘desechables’, está generando un grave problema medioambiental debido a los atascos provocados en los hogares y a las consecuencias en las redes de saneamiento de muchas ciudades españolas, que afectan incluso a las depuradoras, así como al mar y a los ríos, con el consecuente perjuicio económico y medioambiental que ello origina, e incluso de salud pública”, explican los socialistas.

ETIQUETADO

Por su parte, Enric Bataller, diputado de Compromís, también ha registrado una proposición no de ley, que se estudiará en la Comisión de Agricultura, Medio Ambiente y Alimentación, y que pide al Gobierno que haga y promueva campañas de sensibilización y conciencaición ciudadana, en colaboración con las comunidades autónomas y los municipios, sobre “el buen uso de las redes de saneamiento y las consecuencias del uso inadecuado de toallitas húmedas y otros elementos difícilmente fragmentables o degradables”.

Además, solicita una legislación estatal que exija a los fabricantes de toallitas que hagan “pruebas de disgregación y degradabilidad” sobre el producto en su conjunto y no sobre sus fibras por separado.

La iniciativa, recogida por Servimedia, reclama que se adapte la normativa europea y española para que en el etiquetado de las toallitas desechables aparezca “expresamente” la prohibición de que no deben tirarse al inodoro y la obligación de que se tiren al contenedor o a una papelera.

En ambas iniciativas se explica que, según la Asociación Española de Abastecimientos de Aguas y Saneamiento (AEAS), tirar toallitas húmedas al váter provoca pérdidas de 200 millones de euros al año en España, lo que supone al menos cinco euros anuales por hogar en la factura del agua (desatrancos de cañerías aparte), y que esta cifra se eleva a 1.000 millones al año en la UE.

También apuntan que, “mientras que el papel higiénico se desintegra en el agua casi por completo (95%) en media hora, las toallitas húmedas se disgregan sólo un 36% después de dos días en el agua”.

Por último, Juantxo López de Uralde, diputado de Unidos Podemos-En Comú Podem-En Marea, ha presentado una pregunta parlamentaria en la que, tras exponer argumentos similares al PSOE y Compromís, interroga al Gobierno sobre si el Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente realizará campañas de concienciación ciudadana para evitar que las toallitas húmedas acaben en el WC o incluso “la prohibición y venta de estos productos en España”.