Don Felipe presidió la cena oficial de inauguración del MWC en el Palau de la Música, en lo que constituye la primera visita del monarca a Barcelona desde la consulta independentista del 1 de octubre.

El Monarca se pronunció, de esta manera, pese al desplante de algunas autoridades catalanas en su llegada al evento, ya que ni representantes del Parlament de Catalunya o del Ayuntamiento de Barcelona han asistido al saludo de Felipe VI a los organizadores y otras personalidades.

Por el contrario, el Rey sí estuvo respaldado por la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría; y el ministro de Energía, Turismo y Agenda Digital, Álvaro Nadal, entre otros.

Además, la jornada ha estado marcada por manifestaciones de protesta de distinto signo en las calles de Barcelona, tanto a favor como en contra de la presencia del Felipe VI en Barcelona.

Don Felipe realizó un discurso en inglés, castellano y catalán en el que manifestó que “la cooperación institucional con objetivos claros y en beneficio de todos es una clave evidente del éxito” logrado por Barcelona con el Mobile Congress. “El compromiso firme de nuestras administraciones, corporaciones y compañías ha de ser siempre un propósito esencial”, remarcó.

A su juicio, el buen eco mundial que han tenido las ediciones que hasta ahora se han celebrado de la feria tecnológica en la capital catalana es atribuible “en primer lugar a los barceloneses”, “a su dinamismo y su espíritu emprendedor”.

El Rey transmitió a los asistentes al congreso su “más cálida bienvenida a España, a Cataluña, y particularmente a esta ciudad verdaderamente global y hoy capital mundial móvil que es Barcelona”, y que recordó que aspira a ser sede también del centro tecnológico europeo de desarrollo del 5G.

IMPORTANCIA

Don Felipe agregó que el MWC es “una cita clave que los barceloneses reciben, conscientes de la importancia y trascendencia de cómo ─y hacia dónde─ se mueve la tecnología digital en nuestros días, y de que ya hay pocos ámbitos de nuestras vidas y de nuestras economías que queden al margen de su influencia”.

“Efectivamente, el Congreso Mundial del Móvil y todo lo que supone de contenido y como gran acontecimiento −desde su 1ª edición en 2006 y hasta hoy− tiene un evidente y directo impacto sobre el progreso y el bienestar de millones de ciudadanos, sobre el conjunto de las sociedades. Al favorecer su comunicación y su mejor entendimiento, mejora las condiciones de vida de cada individuo y facilita la creación y la proyección del conocimiento, así como la difusión de ideas innovadoras”.

El Rey aprovechó esta cena oficial para elogiar “la capacidad tecnológica de nuestras empresas punteras y cómo esa apuesta no las aparta en absoluto de su compromiso con el bienestar de nuestra sociedad y con la creación de empleo”.

La revolución digital en la que estamos inmersos, dijo, precisa de una visión que sepa “transformar en oportunidades de progreso los desafíos que impone el desarrollo industrial y tecnológico”.

En España, añadió el Rey, “contamos con algunos ejemplos de referencia mundial en muchos sectores, particularmente en el sector textil y de la moda y en el de la fabricación de componentes del automóvil. Está demostrado que los países tecnológicamente más avanzados son los que alcanzan mejores índices de empleo”.