Los datos provisionales de la Dirección General de Tráfico (DGT) sobre muertos en vías interurbanas contabilizados a un máximo de 24 horas tras los accidentes, recogidos por Servimedia, indican que la cantidad de personas que han perdido la vida este año en las carreteras siempre era superior a la del año pasado hasta este fin de semana.

Así, enero registró 90 fallecidos, lo que supone un 21,6% más en comparación con las 74 víctimas mortales de ese mes de 2017 y el quinto mes consecutivo con subida de fallecidos por accidentes de tráfico, una tendencia iniciada en septiembre después de que el pasado agosto fuera el mejor desde 1960, año en que empieza la serie histórica de la DGT.

Así, 108 personas fallecieron en accidentes de tráfico el pasado septiembre (12 más que en ese mes de 2016), 122 en octubre (31 más), 98 en noviembre (5 más), 95 en diciembre (12 más) y 90 en enero (16 más).

Febrero terminó con 84 muertos en las carreteras españolas, lo que supone cuatro menos que ese mismo mes del año pasado y el primer descenso de la mortalidad después de que ésta encadenara repuntes mensuales desde el verano.

Sin embargo, la cifra acumulada de este año era entonces más alta que la de 2017, una circunstancia que se revertió este fin de semana, que acabó con sólo tres fallecidos, algo inaudito en los últimos 13 meses. Ese cambio de tendencia se mantiene hasta ahora.

No en vano, entre el 1 de enero y el 13 de marzo murieron 205 personas en accidentes de tráfico en vías interurbanas, cinco menos que en ese mismo periodo del año pasado.

Por comunidades autónomas, en lo que va de año se han producido repuntes de la mortalidad en Cataluña (+17); Comunidad Valenciana (+9); Cantabria (+6); Aragón, Canarias y Navarra (+2), y Murcia (+1), y descensos en la Comunidad de Madrid (-12), Andalucía (-7), Castilla y León (-6), La Rioja (-5), País Vasco (-4), Asturias y Extremadura (-3), Baleares (-2) y Castilla-La Mancha y Galicia (-1), así como un estancamiento en Ceuta y Melilla.

MEDIDAS PARA 2018

Por otro lado, la DGT quiere poner en marcha este año una amplia batería de medidas para mejorar la seguridad vial y reducir la siniestralidad en las carreteras. Así, los motoristas de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil tendrán nuevos radares móviles para carreteras convencionales que permitirán a los agentes detener a los conductores pocos cientos de metros más adelante si detectan que han superado el límite de velocidad, con el fin de evitar que el infractor notifique posteriormente que otra persona ha pisado el acelerador más de la cuenta y de generar un efecto disuasorio en los automovilistas.

Tráfico aprobará un protocolo para que a los conductores reincidentes por consumo de alcohol y otras drogas (es decir, sancionados al menos dos veces por alguno de esos motivos en menos de un año) se les retire el carné y sean evaluados por el sistema de salud de la comunidad autónoma correspondiente con el propósito de que determine si ese conductor está capacitado para ponerse ante un volante.

Además, la DGT formará a funcionarios para el manejo de drones, puesto que Tráfico comprará varios aparatos de este tipo con el propósito de vigilar las carreteras, con lo que los conductores infractores serán sancionados como ocurre actualmente con los radares Pegasus equipados en helicópteros.

Un nuevo modelo de formación vial para obtener el carné de conducir, cerca de 100 examinadores de tráfico más, 50 parques infantiles de tráfico móviles y reformas legislativas como la Ley de Tráfico y Seguridad Vial son otras de las medidas previstas para este año.