Tráfico

Los conductores creen que el coche autónomo será útil tras tomar alcohol o drogas

- Es la opción preferida para este tipo de vehículos, según un estudio de la CNAE e Intras

MADRID
SERVIMEDIA

El momento más propicio para usar un vehículo autónomo es cuando el conductor no se encuentra en las condiciones más idóneas para conducir tras haber consumido bebidas alcohólicas, drogas o medicamentos.

Ésta es una de las conclusiones que figuran en el estudio ‘Vehículo autónomo: la opinión de los conductores españoles’, elaborado por la Confederación Nacional de Autoescuelas (CNAE) y el Instituto Universitario de Investigación en Tráfico y Seguridad Vial de la Universidad de Valencia (Intras), y presentado este jueves en una rueda de prensa en Madrid.

El presidente de la CNAE, José Miguel Báez, apuntó que “la tecnología es imparable”, pero se mostró “convencidísimo” de que “siempre va a haber a bordo un responsable” porque habrá momentos de “tráfico tan intenso que será casi imposible dominar el vehículo autónomo en las ciudades si no están absolutamente adaptadas para él”.

Luis Montoro, catedrático de Seguridad vial de la Universidad de Valencia y presidente de Fesvial (Fundación Española para la Seguridad Vial) fue el encargado de desgranar el contenido del estudio, basado en un tema que consideró “apasionante y de impacto social”.

Montoro indicó que “hay mucho que solucionar” respecto al vehículo autónomo desde el punto de vista tecnológico (posibles fallos), socio-legal (tipo de permiso, cómo será la ITV, quién es el responsable cuando hay un accidente), el “dilema moral” (si debe decidir el vehículo cuando hay dos situaciones controvertidas) y personal.

El estudio está basado en una encuesta ‘online’ realizada a 1.205 conductores españoles de 18 a 65 años entre el 17 y el 23 de octubre del año pasado con el fin de averiguar el conocimiento de los españoles sobre la conducción autónoma, su motivación, actitudes, percepción o intención de uso en un futuro próximo.

Respecto a la visión general sobre el vehículo autónomo, la gran mayoría de los conductores no se ha planteado comprar un coche de este tipo (87,1%). No en vano, algo más de un tercio de los encuestados (36,0%) cree que llegará a las carreteras españolas entre 2021 y 2025; un 27,8% considera que se producirá entre 2026 y 2030; un 22,2% a partir de 2031, y un 9,3% antes de 2021.

La principal opción para usar un coche autónomo es cuando el conductor ha tomado alcohol, drogas o medicamentos (3,87 sobre 5), seguida de cuando tiene una sensación de cansancio (3,72), mientras que las situaciones menos adecuadas son los viajes cortos (2,38), los desplazamientos diarios (2,41) o cuando el conductor va a acompañado de menores (2,45).

La mayoría de los encuestados entiende que el vehículo autónomo puede desplazarse solo y el conductor tiene la posibilidad de tomar el volante en cualquier momento (84,6%).

RESPONSABILIDAD EN CASO DE ACCIDENTE

Sin embargo, las opiniones son muy dispares en cuanto a su utilidad: un 30,2% lo ve poco o nada útil; un 26,4% se sitúa en un término medio, y un 43,5% lo considera bastante o muy útil.

Sobre su viabilidad, tres de cada cuatro conductores (34,6%) entienden que el vehículo autónomo será poco o nada viable; un 20,6% tiene una postura intermedia, y un 44,8% creen que es bastante o muy viable.

Respecto a la convivencia entre el coche autónomo y el tradicional, un 43,4% asegura que el vehículo convencional será el mayoritario o el único; un 23,7% que será el autónomo, y un 32,9% que la presencia será equivalente.

En el caso de accidente, un 18,9% de los encuestados responsabilizarían exclusivamente al conductor; un 33,9% sólo al fabricante, y un 47,2% repartiría la culpa entre ambos.

Por otro lado, el estudio incluye un apartado de actitudes ante el vehículo autónomo. El 77,4% de los conductores se inclinan por conducir ellos mismos en lugar de que lo haga un coche autónomo, sobre todo por placer (57,9%) y porque así se sienten más seguros (56,1%).

No obstante, la mayoría de las personas consultadas afirma que el vehículo autónomo les genera desconfianza (3,38 sobre 5), inseguridad (3,36), miedo (3,19) y estrés (3,06), aspectos que son más elevados entre las mujeres.

Los principales inconvenientes de la conducción autónoma son que este tipo de vehículos serán muy caros de comprar y mantener (3,88) y que el conductor dejará de estar atento al tráfico (3,82), mientras que la mejora de la seguridad vial se encuentra en una posición intermedia (3,29).

Las principales preocupaciones respecto al vehículo autónomo son que el sistema pueda ser ‘hackeado’ y una tercera persona asuma el control (3,82 sobre 5), y determinar la responsabilidad en el caso de accidente (3,82).

El 81,4% afirma que será necesaria una formación específica para utilizar un coche autónomo, que debería ser impartida principalmente por los fabricantes (56,3%).

La llegada del vehículo autónomo supondrá una mejora para las personas con discapacidad (3,90 sobre cinco) y que el examen de conducir cambiará y tendrá un componente más tecnológico (3,75).

Por último, Montoro comentó que hay cuatro corrientes de opinión respecto del vehículo autónomo: los expectantes (41,6%), los opositores (26,2%), los partidarios (22,5%) y los utilitaristas (9,7%).

(SERVIMEDIA)
15 Mar 2018
MGR/gja/caa