La aleta dorsal de los peces apareció hace 400 millones de años

- Dio lugar al origen evolutivo de las extremidades de los vertebrados

MADRID
SERVIMEDIA

El origen evolutivo de las extremidades de los vertebrados se remonta a hace aproximadamente 400 millones de años, cuando aparecieron las aletas dorsales de los peces, según un estudio internacional liderado por investigadores del Centro Andaluz de Biología al Desarrollo, que es un centro mixto del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y la Universidad Pablo de Olavide (Sevilla).

Este hallazgo, publicado en la revista ‘Nature Genetics’, se ha logrado mediante evidencias moleculares y genéticas. El estudio del registro fósil y de especies no extintas con características primitivas, como los celacantos y las rayas, que son los peces más antiguos, ya habían demostrado que las extremidades se desarrollaron a partir de modificaciones de las aletas pares (pectorales y pélvicas) de los peces, de los que desciende el ser humano.

Así, los brazos y las manos evolucionaron a partir de las aletas pectorales mientras que las piernas y los pies lo hicieron de las aletas pélvicas. Sin embargo, hasta ahora se desconocía el origen evolutivo de estas estructuras.

“Mediante ensayos funcionales en peces y ratones y a través de la técnica CRISPR, hemos demostrado la conservación evolutiva de la función del gen Sonic hedgehog (Shh) en las extremidades de todos los vertebrados”, explica José Luis Gómez-Skarmeta, uno de los directores del trabajo e investigador del CSIC en el Centro Andaluz de Biología del Desarrollo.

Asimismo, los científicos han hallado el papel fundamental de una parte del ADN (el elemento regulador ZRS) tanto en la formación de las aletas pares como en el desarrollo de la aleta dorsal.

“Hemos demostrado que este elemento es esencial no sólo para la formación de las aletas pares de los peces sino, sorprendentemente, para la formación de las aletas dorsales. Esto indica que el conjunto de genes necesarios para construir una aleta pectoral y una dorsal son los mismos y, por tanto, tienen un origen evolutivo común”, explica Juan Ramón Martínez Morales, el otro director del trabajo y científico del CSIC en el mismo instituto.

El estudio ha revelado que, a diferencia de lo que ocurre en los ratones, en la eliminación del elemento ZRS en los peces no afecta de una forma drástica al desarrollo de las extremidades pares. “Así descubrimos la existencia de otro elemento regulador de Shh desconocido hasta ahora, pero conservado en humanos, y que también activa la expresión de Shh en las extremidades. Comprobamos que al eliminar ambos elementos reguladores de Shh mediante la técnica CRISPR desaparecen las aletas pectorales y pélvicas, además de la aleta dorsal”, añade Joaquín Letelier, primer autor del trabajo y científico del CSIC en el Centro Andaluz de Biología del Desarrollo.

(SERVIMEDIA)
19 Mar 2018
MGR/gja