La FAO pide más árboles urbanos en el mundo para luchar contra la contaminación

- Hoy se celebra el Día Internacional de los Bosques

MADRID
SERVIMEDIA

Invertir en zonas verdes puede ayudar a transformar las ciudades en lugares más sostenibles, resilientes, saludables, equitativos y agradables donde vivir, y plantar más árboles urbanos sirve para luchar contra la contaminación, el cambio climático y la escasez de agua.

Así lo asegura la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura) con motivo del Día Internacional de los Bosques, que se celebra este miércoles bajo el lema ‘Bosques por una ciudades sostenibles’.

La FAO apunta que si se planifican y administran bien, las ciudades pueden ser lugares estupendos donde residir, pero muchas veces la expansión urbanística provoca daños ambientales que en última instancia conducen a problemas como el aumento de las temperaturas, inundaciones y contaminación del aire, de manera que el coste para los residentes es un deterioro de su bienestar.

Los costes para el planeta incluyen el aumento de las emisiones de gases de efecto invernadero, así como la degradación de suelos y vías fluviales, según recoge ‘Unasylva’, la publicación forestal de la FAO, cuyo último número está dedicado a la silvicultura urbana con ocasión del Día Internacional de los Bosques.

“Los bosques y árboles bien gestionados dentro y alrededor de las ciudades proporcionan hábitats, alimentos y protección para muchas plantas y animales, ayudando a mantener y aumentar la biodiversidad”, señala el director general de la FAO, José Graziano da Silva, en un mensaje de video con motivo del Día Internacional de los Bosques, en el que subrayó la necesidad de “unir fuerzas para proteger los bosques y los árboles para hacer que los entornos urbanos sean más sostenibles”.

Más de la mitad de la población mundial vive ahora en ciudades y para 2050 ese porcentaje alcanzará casi el 70%. Aunque los lugares urbanos ocupan sólo un 3% de la superficie terrestre, consumen el 78% de la energía y emiten el 60% del dióxido de carbono (CO2).

VENTAJAS

Las zonas forestales en una ciudad y a sus alrededores realizan una amplia gama de funciones vitales, como almacenar carbono; eliminar contaminantes del aire; ayudar a obtener seguridad alimentaria, energía y agua; restaurar los suelos degradados, y prevenir la sequía y las inundaciones. En una ciudad de tamaño medio, los árboles urbanos pueden reducir la pérdida de suelo en alrededor de 10 000 toneladas al año.

Al ofrecer sombra y enfriar el aire, los árboles y bosques urbanos pueden reducir las temperaturas extremas y mitigar los efectos del cambio climático. De hecho, árboles colocados adecuadamente alrededor de los edificios pueden reducir las necesidades de aire acondicionado en un 30%. En climas fríos, al proteger las casas del viento, pueden ayudar a ahorrar la energía utilizada para la calefacción entre un 20 y 50%, según la FAO.

Además, los bosques urbanos y periurbanos permiten aumentar la resiliencia y calidad de las cuencas hidrográficas y las reservas de agua al evitar la erosión, limitar la evapotranspiración y filtrar los contaminantes. Y plantar árboles frutales en las calles puede incrementar la disponibilidad de alimentos dentro de las ciudades.

La FAO pone como ejemplo de buenas prácticas a Pekín (China), que es una de las ciudades más pobladas y contaminadas del mundo. Sin grandes bosques y otras áreas verdes, la ciudad corre el riesgo de convertirse en una jungla de cemento con efectos cada vez más graves en la salud y el bienestar de los residentes urbanos.

En 2012, Pekín inició el programa de forestación más grande de su historia. En las áreas suburbanas y periurbanas, la mayoría de las tierras fueron reforestadas después de trasladar industrias de bajo coste. Los bosques, que cubren ahora más del 25% de la llanura donde se encuentra la ciudad, ofrecen a los residentes más espacio para la recreación.

(SERVIMEDIA)
21 Mar 2018
MGR/gja/man