Día Mundial del Agua
Millones de personas carecen de agua limpia por los conflictos armados, segun Oxfam
- Accion contra el Hambre señala que este recurso es el nuevo centro de disputas

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La destrucción de infraestructuras, la contaminación de fuentes o el desplazamiento forzoso debido a los conflictos privan a millones de personas de acceso estable a agua limpia, exponiéndolos como consecuencia de ello a enfermedades e inseguridad, según destaca Oxfam con motivo del Día Mundial del Agua, que se celebra este jueves.
Oxfam indica que las víctimas de conflictos en Yemen, Sudán del Sur, Iraq, Siria o República Centroafricana se exponen a diarreas o a enfermedades como el cólera o se arriesgan a sufrir ataques al tener que desplazarse grandes distancias en busca de agua.
Según datos de Naciones Unidas, en los Estados frágiles o que experimentan conflictos o disturbios, los niños tienen cuatro veces menos probabilidades de utilizar servicios básicos de agua y dos veces menos de utilizar servicios de saneamiento que los menores de otros países. El Banco Mundial calcula que hay 484 millones de personas viviendo en Estados frágiles o fallidos, de los que 183 millones carecen de servicios básicos de agua.
“Privar a la población de agua es una de las consecuencias más crueles de los conflictos, puesto que multiplica los problemas al añadir enfermedades y miedo al sufrimiento de los civiles”, explica José María Vera, director general de Oxfam Intermón, quien añade: “Además, puede llegar a ser un crimen de guerra, y pone en especial situación de vulnerabilidad a mujeres y niñas”.
Desde 2010, Naciones Unidas reconoce explícitamente el derecho humano al agua, de manera que el acceso al agua ha de ser suficiente, saludable, aceptable, asequible, universal y físicamente accesible.
“Los ataques contra infraestructuras en Siria, la contaminación de pozos con cadáveres en República Centroafricana, los asaltos a mujeres y niñas que se desplazan en busca de agua en el Lago Chad. Se trata de acciones que castigan a la población civil y ante las que la comunidad internacional debe mostrarse implacable. Hasta la guerra tiene sus reglas”, añade Vera.
ORIENTE PRÓXIMO
Por otro lado, Accion contra el Hambre indica que menos de la mitad de las infraestructuras de agua y saneamiento de Siria funcionan a día de hoy y hasta el 35% de la población del país depende de fuentes de agua inseguras para satisfacer sus necesidades diarias de suministro de agua.
Acción contra el Hambre ha constatado que en los últimos años, al tiempo que se extiende la duración media de los conflictos crecientemente protagonizados por grupos armados y no Ejércitos oficiales, las infraestructuras de agua y saneamiento “se convierten directamente en objetivo militar como forma de ganancia bélica”, asegura Pablo Alcalde, responsable de agua y sanaemiento de la organización.
Esto contraviene el Derecho Internacional Humanitario, que prohíbe expresamente “atacar, destruir, sustraer o inutilizar las instalaciones y reservas de agua potable o las obras de riego”, segun Alcalde.
Para este portavoz de Accion contra el Hambre, "el problema es especialmente acuciante en Oriente Próximo, una región azotada por sequías cada vez más recurrentes y en donde la carga de refugiados generada por las guerras de Siria, Yemen o Iraq están generando movimientos masivos de población que confirman una presión adicional sobre los servicios de agua y saneamiento”.
“Cuando los servicios de saneamiento, gestión de residuos y suministro de agua son de por sí precarios es difícil que los países puedan absorber y atender llegadas masivas de población. La respuesta internacional a menudo pasa por poner en marcha servicios paralelos para los refugiados, en lugar de reforzar la capacidad del país de acogida, contribuyendo con ello tensión social que a la larga puede derivar en conflictos”, explica Alcalde.
El agua es también un elemento clave en Territorio Palestino Ocupado. En Gaza, la destrucción de infraestructuras de agua y de generación de energía y los problemas de gobernanza provocan que el 90% de la población tenga que comprar agua a vendedores privados. En Cisjordania, la explotación del acuífero es uno de los puntos estratégicos para el control del territorio.
Aunque buena parte de las guerras históricas han tenido que ver con el control de cuencas hidrográficas, el cambio climático y la existencia de sequías cada vez más intensas y podrían exacerbar las disputas por el agua. “En los países de Sahel, la sequía ha cambiado la pauta de los movimientos de tranhumancia tradicionales, los pastores adelantan cada vez más sus movimientos y esto provoca conflictos por los pastos o con los agricultores por la necesidad de pastar cerca de tierras de cultivo”, explica Lucía Prieto, responsable geográfica para Malí y Níger en Acción contra el Hambre.
Según Naciones Unidas, existen en el mundo 270 cuencas transfronterizas que sirven agua al 40% de la población mundial. “Su gestión sostenible y bien gobernada en un contexto en el que el cambio climático hará que en 2050 una de cada cuatro personas viva en estrés hídrico, es ya un elemento clave para la paz mundial”, concluye Alcalde.
(SERVIMEDIA)
22 Mar 2018
MGR/gja