Habló de la necesidad de abordar este nuevo proyecto tras los buenos resultados del Plan de Fomento de la Lectura 2006-2017, que tendrá dos objetivos fundamentales: apoyar a todos los sectores de la cadena del libro y preservar el patrimonio bibliográfico de la región.

“Debemos hacer de la Comunidad de Madrid una Administración cercana a los protagonistas del libro: creadores, autores, editores y libreros; y crear junto con ellos un tejido cultural e industrial que les dé seguridad en su trabajo diario”, manifestó.

Señaló que los datos indican que no se puede considerar al libro tan solo como un hecho cultural, sino también como una de las principales fuentes de crecimiento económico de la región y recordó que en 2016 la Comunidad concentraba el 30% de la producción editorial española, que Madrid factura el 43,4 % del total del comercio interior del libro y que las librerías madrileñas facturaron un 23,69 % de las ventas nacionales.

Destacó que Madrid es la comunidad autónoma con “mayor porcentaje de lectores, un 76,3 %” y añadió que “a fecha de hoy contamos en nuestra región con más bibliotecas públicas que nunca: más de 200 a las que cualquier madrileño puede acceder con el Carné Único, una amplia red de bibliometro, telebiblioteca y un servicio de lectura digital”.

Además, indicó, la Comunidad, en su objetivo por fomentar la creación cultural en general y la lectura en particular, ha creado recientemente ayudas destinadas a autores noveles dotadas con 100.000 euros en las modalidades de novela y relato breve, poemario, comic y ensayo.

Según el último estudio sobre los Hábitos de Lectura y Compra de Libros llevado a cabo por la Dirección General de Patrimonio Cultural, el perfil medio del lector madrileño corresponde a una mujer de entre 25 y 35 años, que lee por ocio y que sigue prefiriendo el libro en papel sobre el formato digital.