Así se expresó Botín en la junta de accionistas en Santander, donde aseguró que “nuestro objetivo es no perder un solo cliente” del Popular.

Además, confirmó que Santander espera una rentabilidad sobre la inversión del 13-14% en el año 2020 y un impacto positivo de al menos el 2% en el beneficio por acción desde el 2019.

En cuanto a la operación, valoró que “permitió su vuelta a la normalidad operativa tras la fuerte salida de depósitos, sin afectar a la estabilidad del sistema financiero y sin ayudas públicas y la continuación del servicio a clientes”.

Sobre los beneficios para el Santander, señaló que “es una excelente oportunidad para fortalecer nuestra franquicia en pymes, comercios y autónomos” y que “recuperamos el liderazgo en España en todos los segmentos y nos convertimos en el primer banco privado en Portugal”.

Asimismo, defendió que “la confianza de nuestros accionistas en la operación y en el equipo ejecutivo fue evidente en la rapidez y resultados de la ampliación de capital de 7.072 millones de euros que inyectamos de inmediato en Popular, con una demanda que fue ocho veces superior a la oferta”.

En cuanto a posibles nuevas adquisiciones, explicó que “tenemos la obligación de analizar también las oportunidades de crecimiento externo que surjan en nuestros mercados y fortalezcan nuestro negocio y cumplan con nuestros criterios estratégicos y financieros”.

En esta línea, apuntó que así lo hizo el banco en 2015 en Portugal con Banif, en el 2016 en Argentina con Citigroup y en 2017 en España con la compra de Banco Popular y en Polonia con la franquicia de Deutsche Bank.

“Todas ellas tienen un retorno sobre la inversión superior al coste de capital y son positivas para nuestro beneficio por acción en el plazo máximo de dos años”, concluyó.