Según explica OCU en nota de prensa, estas ecoetiquetas o sellos de sostenibilidad fueron creadas con la idea de facilitar al consumidor la tarea de distinguir los productos que se elaboran siguiendo unos estándares medioambientales más estrictos y, en algunos casos (como el sello de comercio justo), también en el ámbito social y económico.

Sin embargo, la actual sobreabundancia de estas distinciones lleva, en opinión de la organización, a una “confusión generalizada sobre su verdadero significado” por parte de los consumidores.

Según el mencionado análisis, actualmente pueden encontrarse en el mercado sellos basados en diferentes estándares junto a “declaraciones de sostenibilidad con escaso fundamento” e incluso “manifestaciones publicitarias sin ninguna base”.

De este modo, la OCU defiende que, para que esta herramienta sea eficaz, “deben desaparecer del mercado todas aquellas ecoetiquetas que no aporten un valor significativo y demostrado”, para que así permanezcan las que estén elaboradas con “estándares creíbles, certificaciones independientes y sistemas rigurosos”. Algunas de estas ecoetiquetas fiables son, según la Organización de Consumidores, ‘Comercio Justo’, ‘Ecolabel’, ‘ECO CERT’, ‘Oeko-Tex Standard 100’, ‘FSC’ y ‘MSV’.