El sistema Bye Bye Bird está formado por un rotor con dos hélices, que produjeron heridas muy graves sobre la cigüeña que nidificaba en la catedral. “Es más que probable que el accidente se debiera al cambio de motor equipado con mayor potencia que los anteriores”, señaló este miércoles SEO/BirdLife.

Las dos organizaciones ecologistas han pedido la paralización de todos los dispositivos Bye Bye Bird desde la primera semana de febrero. Mientras tanto, la Fiscalía de Lleida ha iniciado una investigación sobre este sistema.

"Debemos tener en cuenta que su funcionamiento en época reproductora contraviene la legislación, que indica que en este tiempo no se puede molestar a esta y otras especies. Molestia que, en este caso, ha acabado con la vida de un ejemplar", indicó Cristina Sánchez, delegada de SEO/BirdLife en Cataluña, quien añadió: "Pedimos la paralización de los dos dispositivos existentes en las cúpulas de la catedral y el que se encuentra en la iglesia de Gardeny”.

Asimismo, SEO/BirdLife e Ipcena solicitaron la convocatoria de una próxima reunión de la comisión de seguimiento sobre las cigüeñas en la Catedral Nueva de Lleida, así como copias de la necropsia de este último incidente, además de la realizada a raíz de la muerte de otra cigüeña en la iglesia de Gardeny.

SEO/BirdLife subrayó que los dos dispositivos Bye Bye Birds de las cúpulas de la catedral están parados por la insistencia de las ONG y por la gran tarea de los bomberos y el cuerpo especial de escalada de los agentes rurales, que rescataron la cigüeña aún con vida y se ofrecieron a paralizar ambos motores por motivos más que evidentes.

Actualmente, en Lleida sólo queda en funcionamiento el Bye Bye Birds de Santa María de Gardeny, que se colocó para sustituir el sistema donde murió la primera cigüeña (dispositivo de paraguas invertido) y que debería también paralizarse de forma inmediata.