Varios activistas de Greenpeace se situaron junto a una lona blanca, donde estaban esparcidas casi 300.000 abejas muertas, y portaron pancartas donde se podía leer ‘Tejerina, este viernes ¡salva las abejas!’, ‘#SOS Abejas’ y ‘Save the Bees’.

“Las abejas siguen muriéndose debido al uso de plaguicidas en la agricultura industrial y el Gobierno español no está haciendo nada para parar esta barbaridad”, afirmó Luís Ferreirim, responsable de Agricultura de Greenpeace España, que añadió: “Si aún existía alguna duda sobre el tema, la principal autoridad europea en seguridad alimentaria la despejó el pasado mes de febrero: los insecticidas neonicotinoides son peligrosos para las abejas. Ha llegado el momento de prohibirlos.”

Greenpeace aseguró que, pese a la evidencia científica y las conclusiones de la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA, por sus siglas en inglés), el Ministerio aún no ha definido la posición de España en la votación de la reunión extraordinaria que mantendrá este viernes el Comité Permanente de Plantas, Animales, Alimentos y Piensos de la Comisión Europea.

“Por las conversaciones que hemos mantenido con representantes ministeriales, tenemos la sensación de que el Gobierno podría hacer caso omiso a la ciencia. Esperamos que no sea así”, añadió Ferreirim

Más de 110 entidades nacionales e internacionales (entre ellas, de varios países de la UE) enviaron este lunes una carta abierta a Tejerina para solicitarle el respaldo del Gobierno español a las propuestas de la Comisión Europea de ampliar las restricciones a tres insecticidas neonicotinoides (clotianidina, imidacloprid y tiametoxam) peligrosos para las abejas, excepto cuando se usan en invernaderos.

EQUILIBRIO DEL PLANETA

Por otro lado, Greenpeace consideró “incuestionable” la importancia de las abejas y otros polinizadores para el equilibrio ecológico del planeta y la alimentación. Cerca del 90% de las plantas con flor y el 75% de los principales cultivos mundiales dependen en mayor o menor medida de los polinizadores.

Además, apuntó que los insectos están en la base de la cadena alimenticia y de ellos dependen muchas otras especies. Sin embargo, estos insectos están desapareciendo. En Europa, el 37% de las poblaciones de abejas está en declive, según datos de la Coalición para la Conservación de los Polinizadores, a la que pertenece España desde 2016.

“El próximo viernes, el Gobierno español tiene la oportunidad de demostrar que ser parte de la Coalición para la Conservación de los Polinizadores no es un gesto vacío. La ministra Tejerina debe decidir si quiere salvar a las abejas o dejar que sigan muriendo. España debe votar sí a la prohibición de los neonicotinoides”, concluyó Ferreirim.