Los principales objetivos de este acuerdo suponen “poner en valor la importancia de la formación continuada de los médicos para la calidad asistencial del Sistema Nacional de Salud, velar por la calidad de las iniciativas formativas desarrolladas por las sociedades científicas integradas en FACME y fomentar la transparencia de las ayudas de la industria farmacéutica en este ámbito”, según informó Farmaindustria.

Ambas entidades perseguirán “la independencia del médico y las buenas prácticas en la colaboración entre la industria farmacéutica, los profesionales y las sociedades miembros de Fame”. De esta manera, buscan cumplir con el Código de Buenas Prácticas de la Industria Farmacéutica y los códigos éticos y normas estatutarias de las sociedades científicas.

Según lo dispuesto, “los procedimientos públicos y objetivos de las propias sociedades para la gestión de estas actividades formativas se acomodarán a sus normas éticas de forma que incluyan la publicación personalizada de las ayudas recibidas”.

En esos casos, se garantizará que no exista “vínculo entre el patrocinador y el médico receptor de la acción formativa mediante la existencia de ayudas económicas provenientes de varias compañías patrocinadoras, ninguna de ellas mayoritaria, o cuando la formación no implique gastos de matrícula, desplazamiento o alojamiento”.

Además, los procedimientos públicos y objetivos de las sociedades científicas garantizarán que los laboratorios patrocinadores no intervengan en la selección de los profesionales participantes en las actividades formativas.