DIAGNÓSTICO SANITARIO

En España hay unos 100.000 pacientes con epilepsia que no encuentran el tratamiento adecuado

MADRID
SERVIMEDIA

Cada año se detectan más de 20.000 nuevos casos de epilepsia en España, una enfermedad que padecen en la actualidad 400.000 personas y que se caracteriza por la presencia de crisis recurrentes que pueden producir, entre otras muchas manifestaciones, pérdida de conocimiento y convulsiones. Además, hay unos 100.000 pacientes con epilepsia farmacorresistentes, es decir, personas que no consiguen controlar sus crisis epilépticas después de haber utilizado al menos dos tratamientos apropiados y adecuados en monoterapia o politerapia, según informó este miércoles la Sociedad Española de Neurología (SEN), en la víspera Día Nacional de la Epilepsia.

La SEN también resaltó que el retraso en el diagnóstico de esta patología puede alcanzar los 10 años, que en España solo un tercio de los hospitales (el 33,8%) dispone de consulta monográfica de epilepsia y el 7,9% de unidad de cirugía de la epilepsia y que el número de pacientes con discapacidad por epilepsia en edad activa en España es superior a las 26.000 personas.

“Los retos a los que se enfrenta la comunidad científica y sanitaria en el manejo de esta patología son frecuentes y variados. No obstante, podríamos resumirlos en tres aspectos fundamentales: diagnóstico, control de las crisis y tratamiento”, destacó el doctor Francisco Javier López, coordinador del Grupo de Estudio de Epilepsia de la Sociedad Española de Neurología.

Y es que con frecuencia el diagnóstico de epilepsia no es sencillo. En el 20% de los pacientes con crisis no controladas existen errores diagnósticos y el retraso en el diagnóstico de esta patología puede alcanzar los 10 años. Por otra parte, hasta el 25% de las crisis pueden pasar inadvertidas a los pacientes y sus familiares, y por lo tanto, puede existir una falsa percepción de control o de levedad de la enfermedad, que puede tener repercusiones graves, como accidentes, morbilidad, complicaciones psiquiátricas o déficit cognitivo.

“Estos aspectos tienen una importante repercusión clínica y social, puesto que el error diagnóstico o la falta de control de las crisis deteriora la calidad de vida, se asocia con una elevada morbilidad, incrementa la mortalidad, conlleva un inadecuado consumo de medicamentos y recursos sanitarios y provoca unos gastos sociosanitarios muy elevados”, señaló el doctor López.

El número de pacientes con discapacidad por epilepsia en edad activa en España es superior a las 26.000 personas y el coste medio anual de los recursos utilizados por un paciente farmacorresistente se acerca a los 7.000 euros. Además, entre los pacientes con epilepsia se observa una elevada incidencia de trastornos como depresión, déficit de atención, problemas de aprendizaje, alteraciones de conducta, etc., lo que hace que en un 70% de los casos la enfermedad les afecte mucho o bastante a su calidad de vida, que más del 60% hayan visto afectado su rendimiento académico y que la tasa de paro d estas personas sea un 40% superior a la de las personas sanas.

También hay que tener en cuenta que las crisis epilépticas representan el 1-2% de las urgencias médicas (el 1% en adultos y el 2% en niños), siendo, tras el ictus, la segunda causa de asistencia neurológica en emergencias, así como que es la segunda causa de consulta ambulatoria neurológica, después de las cefaleas, y la tercera causa neurológica de hospitalización, no sólo debida a la presencia de crisis epilépticas sino por los accidentes derivadas de éstas.

(SERVIMEDIA)
23 Mayo 2018
MAN/caa/nbc