El texto define el tiempo máximo de acceso como el tiempo de espera, expresado en días naturales, que no podrá excederse para intervenir quirúrgicamente, atender consultas externas o realizar un procedimiento diagnóstico o terapéutico a un usuario del SNS y se contabilizará desde la fecha de entrada del usuario en el registro de lista de espera.

Aunque el borrador del decreto habla ahora de cinco operaciones concretas, establece también que se podrán ir incluyendo tiempos máximos de acceso para otros procesos, consultas externas (primera consulta de atención especializada) y para procedimientos diagnósticos y terapéuticos.

Eso sí, el proyecto de decreto deja claro que nunca podrán fijarse tiempos máximos de espera para las intervenciones quirúrgicas de trasplantes de órganos y tejidos y para la atención sanitaria ante situaciones de catástrofe.

En el mismo caso se encuentran las intervenciones que puedan requerir una espera para reunir las condiciones adecuadas para su realización, como es el caso de las relacionadas con las técnicas de reproducción humana asistida, la atención sanitaria de urgencia, incluidos los reimplantes de miembros y la atención a quemados.

El límite de seis meses para las intervenciones fijadas hasta ahora se ha hecho en función de la gravedad de las enfermedades, de la eficacia y oportunidad de las operaciones.