Salud

El ejercicio físico reduce la intensidad del dolor y mejora la función física de los pacientes

MADRID Palma de Mallorca
SERVIMEDIA

El ejercicio físico en pacientes con dolor reduce su intensidad y mejora la función física y la calidad de vida, según subrayaron los expertos reunidos este sábado en el XV Congreso de la Sociedad Española del Dolor (SED) celebrado en Palma de Mallorca con el lema ‘Vivir sin dolor’.

Los expertos en dolor recomendaron que los pacientes se mantengan activos y acudan a profesionales cualificados que les diseñen un plan de actividad adaptado a las necesidades de cada persona.

Durante este Congreso, la doctora Inmaculada Failde, especializada en Medicina Preventiva y Salud Pública y catedrática de la Universidad de Cádiz, se hizo cargo de la sesión sobre actividad física y dolor, haciendo hincapié en que los beneficios de la actividad física en personas sanas están bien demostrados.

En cuanto al efecto del ejercicio físico sobre el dolor, recordó que existen evidencias de que mejora la función física, la intensidad del dolor y la calidad de vida. “Sin embargo, estos efectos se han mostrado esencialmente en pacientes con enfermedades musculo-esqueléticas como la artrosis, esencialmente de rodilla y cadera, la lumbalgia y la fibromialgia. En estas condiciones, los beneficios son moderados y solo en algunos estudios sobre artrosis o lumbalgia los efectos son más evidentes especialmente sobre la intensidad del dolor”.

Según esta experta, todo aquel ejercicio que se realiza con una duración o intensidad excesivas, o sin tener en cuenta las características particulares de cada persona, puede tener consecuencias negativas, incluso en personas sanas.

“El ejercicio físico en cualquier caso, y por supuesto en personas que sufren patologías causantes de dolor crónico, debe estar personalizado, ser progresivo, recomendado y supervisado por un profesional cualificado y desarrollado mediante un programa que incluya distintos tipos de ejercicio aeróbico, de fuerza y de elasticidad dependiendo del paciente”, subrayó.

MICROBIOTA Y DOLOR

Por otro lado, la profesora Raquel Abalo, catedrática de Farmacología de la Universidad Rey Juan Carlos en Madrid, afirmó que la inflamación producida por la colonización del tubo digestivo por patógenos o microbiota puede ocasionar dolor en el mismo (dolor abdominal), que puede ser muy persistente incluso cuando ya no es evidente la inflamación, por sensibilización de las fibras sensoriales locales, como en el síndrome de intestino irritable postinfeccioso.

“Sin embargo, a veces los microorganismos no son los causantes directos del problema, sino que se aprovechan de la situación, liberando sustancias al torrente circulatorio o provocando un estado inflamatorio sistémico que puede alterar también los mecanismos de percepción y transmisión del dolor a otros niveles”, puntualizó.

Según la doctora Abalo, en la actualidad se investigan los mecanismos concretos que permiten mantener un equilibrio de la flora intestinal adecuado, de manera que los patógenos no produzcan enfermedad ni dolor, y prevalezca la acción de las bacterias beneficiosas.

(SERVIMEDIA)
26 Mayo 2018
ABG/pai