Ciencia

Un proyecto de investigación analizará por primera vez en la Antártida la materia sólida del aire

- Financiado por el Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades

MADRID
SERVIMEDIA

Un proyecto de investigación analizará por primera vez en la Antártida los llamados aerosoles atmosféricos, la materia sólida que hay en suspensión en el aire y que tiene efectos sobre la salud y sobre el clima. El proyecto surge de una colaboración entre la Universidad Complutense (grupo de investigación Química Láser de la Facultad de Ciencias Químicas) y el grupo de investigación Química y Medio Ambiente (QMA) de la Universidad de Zaragoza, y su objetivo es el estudio atmosférico en la región antártica.

El aire que respiramos no es solo aire, también hay materia sólida en suspensión. A esta materia sólida se le llama aerosoles atmosféricos, que desempeñan un importante papel, especialmente en la parte baja de la atmósfera, porque tienen un efecto climático, ya que tienden a enfriar el planeta (un efecto que se denomina 'forzamiento radiativo indirecto'), aunque aún hay incertidumbres científicas sobre este efecto.

Los aerosoles atmosféricos también influyen sobre los ecosistemas: causan cambios en la acidez de la lluvia o la eutrofización de las aguas y pueden influir en el proceso de enriquecimiento excesivo en nutrientes de los ecosistemas acuáticos, que da lugar a desarrollos anormales de biomasa, algas, etc., lo que a su vez altera ciertas condiciones, como la llegada de la luz.

Otros efectos de los aerosoles presentes en la atmósfera son el deterioro de los materiales de construcción o la disminución de la visibilidad en situaciones concretas. Y, sobre todo, son dañinos para la salud.

RETO CIENTÍFICO

Por este motivo, los investigadores principales, Jorge Cáceres, de la Universidad Complutense, y Jesús Anzano, de la Universidad de Zaragoza, están preocupados por la calidad del aire polar.

Este proyecto es, según sus responsables, un reto para la comunidad científica porque es la primera vez que se trata de establecer la distribución mineral en la Antártida, lo que puede ser muy interesante para estudios de interpretación en los deshielos de los glaciares. Además, cuantificará el efecto climático de los aerosoles en unas condiciones de heterogeneidad espacial y temporal causada por una gran variedad de orígenes, tamaño, composición y tiempo de vida en la atmósfera.

"Se trata de una gran novedad en el historial de proyectos de investigación desarrollados allí para conocer la distribución mineral, ya que hasta el momento no se han medido estos aerosoles, por lo que no se dispone de información", afirmó Jorge Cáceres, investigador de la Complutense.

Los datos obtenidos tendrán importante valor científico debido a la situación distante de la base española en el Polo Sur, 'Gabriel de Castilla', respecto a las fuentes de aerosoles. Las técnicas que se van a aplicar permitirán la caracterización de las muestras y la determinación de sus lugares de origen, lo que unido al análisis de las situaciones sinópticas que presenta la atmósfera permitirá avanzar en el conocimiento de la circulación general atmosférica en las altas latitudes del hemisferio sur.

(SERVIMEDIA)
27 Jun 2018
CBV/caa