Así lo transmitió Maíllo en los pasillos del Congreso de los Diputados, donde a pesar de no querer ahondar en el contenido de sus conversaciones privadas con el todavía presidente del PP, aseguró que “lo ve como un espectador más aunque lógicamente lo sigue muy de cerca”.

“Él está completamente al margen de este proceso y lo ve desde la barrera”, expuso el ‘número tres’ de Génova, que ante la renuncia del presidente –que se ratificará en el Congreso del 20 y 21 de julio– y la concurrencia de la secretaria general a las primarias, es el cargo orgánico con mayor responsabilidad en el día a día del PP.

Preguntado por si los ataques entre precandidatos están debilitando al PP, Maíllo pidió circunscribir las pullas entre unos y otros aspirantes al proceso en el que están inmersos, ya que en una campaña electoral interna “se dicen cosas que probablemente no se dirían en otros momentos”.

“No le daría demasiada importancia y eso no afecta en ningún caso a la unidad del PP”, prosiguió, al tiempo que valoró que en realidad hay “bastante juego limpio y un ‘fair play’ bastante bueno”. “Lógicamente en algunas ocasione se utilizan ataques lógicos, pero creo que todo se puede reconducir perfectamente y lo que esta garantizada es la unidad”, se reafirmó.