Lo hizo a la entrada del tanatorio de Boisaca (Santiago de Compostela), a donde se desplazó para visitar a la familia de Gerardo Fernández Albor, expresidente del primer Parlamento de Galicia, fallecido este jueves a los 100 años. Al funeral también asisten los candidatos a presidir el PP Soraya Sáenz de Santamaría y Pablo Casado.

Rajoy, en declaraciones a los periodistas, rememoró su llegada a la política en 1981 justo cuando se eligió a Fernández Albor presidente del primera Parlamento autonómico de la historia de Galicia.

“Lo ha hecho absolutamente todo en la vida”, destacó Rajoy de un político al que el año pasado, con motivo de sus 100 años, tuvo el “honor” de entregar la Medalla de Oro al Mérito del Trabajo que le había concedido el Ejecutivo que él por entonces presidía.

“Fue un humanista, un hombre extraordinariamente culto, cultivado, y un magnífico político, que ha influido y mucho en los primeros pasos de la autonomía de Galicia”, subrayó el expresidente afincado ahora en Santa Pola (Alicante) dedicándose a su trabajo como registrador de la propiedad.

Rajoy se mostró “seguro” de que Fernández Albor descansará en paz, porque “se lo merece” tras una vida que a “mucha gente” le hubiera gustado haber compartido. “Yo compartí algunos momentos”, afirmó el expresidente.

Desde que Pedro Sánchez ganó la moción de censura y Rajoy dejó la Presidencia del Gobierno, el político gallego optó por quedar en un segundo plano y se retiró de la primera línea de la actualidad de su partido, el cual está embarcado ahora en unas elecciones internas para ver quién se convierte en su sucesor y en el nuevo presidente del Partido Popular.

Sin embargo, el todavía presidente del PP no pierde el contacto con el partido y, a través de algunos de sus próximos, envía mensajes a los dirigentes populares. Además, según fuentes de su entorno, se deja ver por Génova y va a su despacho alguna vez, casi una vez a la semana.