Medio Ambiente

La Fundación Migres crea dos zonas de alimentación suplementaria para evitar la desaparición del alimoche en la comarca del Estrecho

MADRID
SERVIMEDIA

El aumento de la población local de la más pequeña de las aves carroñeras, el alimoche común (Neophron pernopterus), es el objetivo final del trabajo que desarrollan desde hace meses especialistas de la Fundación Migres en la comarca del Estrecho.

La entidad informó este viernes que mediante la puesta en funcionamiento de dos puntos de alimentación suplementaria, se pretende por un lado reducir las áreas de campeo de las parejas reproductoras de la zona, minimizando así el riesgo de colisión con los parques eólicos aledaños y por otro lado, aumentar la productividad de la especie facilitando a estas parejas recursos alimenticios más accesibles.

La población del ave está usando los comederos, por lo que se espera que en un futuro lleguen a ser puntos que ayuden a fijar más ejemplares reproductores en la zona. La Fundación Migres considera que esto indica que se puede gestionar el uso del espacio de esta especie hasta, con el tiempo, evitar o reducir que campeen durante la época de reproducción en zonas de alto riesgo de colisión, como son los parques eólicos.

"Aunque se trata de un proyecto experimental, su continuidad los próximos años permite abrir una vía de conservación directa que no se había probado antes en la comarca del Estrecho" señaló en un comunicado.

El alimoche es un buitre de pequeño tamaño que, al igual que el águila culebrera o la pescadora, es también un migrador de larga distancia: se reproduce en Europa pero pasa el invierno en África. Se trata de un ave necrófaga que se alimenta principalmente de carroñas de animales muertos, silvestres pero sobre todo domésticos, aunque también puede cazar animales de pequeño tamaño.

Mediante investigación aplicada directamente a la conservación, el proyecto de la Fundación Migres trabaja en la zona del Estrecho, donde actualmente existen cinco parejas reproductoras de alimoche común, colaborando en la recuperación de la especie. Además de la tarea realizada para evitar el impacto en molinos eólicos, que ha disminuido la mortalidad a la mitad en el buitre leonado, durante este año se ha realizado alimentación suplementaria.

Los técnicos de Migres buscaron a principios de año dos zonas adecuadas para el alimoche. Debían estar lejos de aeropuertos, de presencia humana, tendidos eléctricos y aerogeneradores. También que sirvieran a las zonas donde sobrevuelan las 5 parejas reproductoras de la comarca.

Para la ceba de los puntos se utilizaron subproductos cárnicos, procedentes de dos carnicerías de Tarifa que han colaborado gratuitamente, así como huevos frescos de gallina y boñigas del entorno inmediato. La comida se aportaba una vez a la semana, previamente procesada en porciones no superiores a 10 centímetros, esparcida para evitar que la consumieran los buitres leonados. También se colocaron dos cámaras de fototrampeo en cada punto, logrando así un seguimiento las 24 horas del día.

La Consejería de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio colabora en este proyecto con su asesoramiento y supervisión. Los promotores de los parques eólicos de la zona lo financian dentro de las medidas ambientales que cada año diseña y desarrolla para ellos Fundación Migres.

El alimoche será una de las especies sobre las que se hablará en el tercer Congreso Internacional sobre Migración de Aves y Cambio Global que se desarrollará del 3 al 5 de septiembre en el Centro Internacional de Migración de Aves (CIMA) que tiene en Tarifa la Fundación Migres.

(SERVIMEDIA)
13 Jul 2018
GJA