Medio Ambiente

Organizaciones ecologistas alertan de los riesgos de sobreexplotar los acuíferos de Castilla-La Mancha

MADRID
SERVIMEDIA

Las asociaciones de defensa del medio ambiente Amigos de la Tierra, Ecologistas en Acción, Greenpeace, SEO/BirdLife y WWF han reclamado al Gobierno autonómico que vele por el interés general e ignore a los que defienden que es posible explotar aún más los acuíferos castellanomanchegos para regar.

Las citadas organizaciones mostraron su desacuerdo con quienes, desde el sector agrario y la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha, afirman que es posible incrementar el regadío en la región mediante la sobreexplotación de los acuíferos subterráneos.

Las recomendaciones científicas sobre las consecuencias del cambio climático en la Península Ibérica, según las entidades ecologistas, aconsejan cerrar regadíos para garantizar el abastecimiento a la población y las demandas ambientales de los ecosistemas acuáticos.

Las asociaciones de defensa del medio ambiente defendieron que estos planteamientos se apoyan en un presunto desconocimiento de los acuíferos de esta comarca, un supuesto incremento del volumen de agua almacenada en los mismos y la existencia de otras reservas de agua en niveles más profundos; una realidad, según las organizaciones, alejada del actual conocimiento científico y técnico, que ignora la insostenibilidad del modelo agrario que se ha desarrollado en este territorio e imposibilita el mantenimiento de los valores naturales de la Reserva de la Biosfera de La Mancha Húmeda y del Parque Nacional de Las Tablas de Daimiel.

“La realidad de La Mancha Húmeda es que la extracción de agua de los acuíferos para intensificar la actividad agrícola mantiene colapsado todo el sistema de aguas subterráneas del territorio, con acuíferos sobreexplotados y una dramática desconexión de las aguas subterráneas con las superficiales. Las Tablas de Daimiel son el termómetro de esta situación. La sobreexplotación que actualmente siguen sufriendo los acuíferos ha secado ríos y humedales, ha hecho desaparecer parte de un parque nacional, hoy dependiente de una presa y de aportaciones artificiales, y ha conllevado la pérdida de decenas de humedales manchegos y más de la mitad de la superficie de este ecosistema”, recalcaron las organizaciones en un comunicado.

En el caso del sistema de masas de agua subterránea de La Mancha Occidental, el Plan Hidrológico del Guadiana establece que su buen estado depende de que el nivel de aguas freáticas alcance la superficie en los Ojos del Guadiana y de que estos aporten 35 hm3 de agua al año a las Tablas de Daimiel. Para alcanzar este objetivo en 2027, tal y como exige la normativa europea, están limitadas las extracciones por explotación en los acuíferos del Alto Guadiana.

Las asociaciones ecologistas apuntaron que la situación de las Tablas de Daimiel, en el periodo 2010-2013, fue un espejismo producido por un extraordinario ciclo de lluvias tras el que los niveles freáticos bajaron de nuevo y los Ojos del Guadiana vuelven a estar secos. En ese periodo, apenas 4 hm3/año llegaron al parque nacional por el cauce del Guadiana. Y, sin embargo, el nivel freático se encuentra ahora a nueve metros del necesario para que afloren los caudales ambientales necesarios.

Por ello, la Confederación del Guadiana reconoció que todas las masas de agua subterránea de este sistema (Mancha Occidental I, Mancha Occidental II, Rus Valdelobos, Consuegra-Villacañas, Lillo-Quintanar y Altomira) están en mal estado; información igualmente ratificada por el último informe de la Agencia Europea de Medio Ambiente.

(SERVIMEDIA)
20 Jul 2018
FGH/caa