Asimismo, la Sociedad Española de Reumatología afirma que se ha demostrado que el uso de protectores solares por parte de pacientes con lupus reduce la afectación renal, así como la trombocitopenia y las hospitalizaciones, lo que sugiere que la atenuación de la exposición a la luz ultravioleta solar reduce la severidad de la enfermedad, según diversos estudios citados por la entidad.

Asimismo, la organización advierte de que algunos medicamentos pueden incluir como efecto adverso lesión en la piel al estar en contacto de forma directa y prolongada con la luz solar. Dentro de estos medicamentos se encuentran algunos de los empleados para pacientes con enfermedades reumáticas, como son todos los derivados de los salicilatos, el metotrexato, el dolquine y las tiacidas, fármacos con los cuales se deben tomar precauciones especiales respecto a la exposición al sol.

A fin de orientar a los pacientes con enfermedades reumáticas a la hora de exponerse al sol, la Sociedad Española de Reumatología y la doctora Fabiola Ojeda han difundido una serie de recomendaciones, como el uso de sombreros y gorras y de gafas de sol; empleo de crema solar con protección 50+ en las zonas expuestas a la luz solar; consumo abundante de líquidos, preferentemente agua, así como de frutas con abundante contenido en agua; regulación del consumo del alcohol; limitar el tiempo de exposición, especialmente las horas de mayor incidencia de los rayos solares, o consultar al reumatólogo sobre los posibles efectos adversos de los fármacos que se están tomando.