Así lo anunció la nueva portavoz del grupo popular, Dolors Montserrat, quien detalló que, de acuerdo con esta iniciativa, la primera que presenta el PP bajo la Presidencia de Pablo Casado, si un partido consigue en la primera vuelta de las elecciones municipales un 35% de los votos, con cinco puntos de diferencia sobre el segundo, o bien un 30% con diez puntos de distancia, se le asignará automáticamente la mitad más uno de los concejales del Pleno y el resto se repartirán entre el resto de candidaturas de acuerdo con la Ley D’Hondt.

Si no se cumpliera ninguno de estos dos requisitos, se celebraría una segunda vuelta a la que se presentarían todas las fuerzas que hayan superado el 15% en la primera. Entonces, si una de ellas logra un 40% de los votos y una diferencia de siete puntos respeto a la segunda más votada, se le asignará también la mitad más uno de los concejales y el resto de los escaños se repartirán según los resultados obtenidos en la primera vuelta.

Montserrat dijo no ver incoherente esta propuesta con el hecho de que Casado sea presidente del PP cuando Soraya Sáenz de Santamaría fue la más votada por los militantes, indicando que son “incomparables” un proceso interno y unas elecciones municipales pero que, en cualquier caso, en las primarias también hubo segunda vuelta al no ganar Santamaría la primera con una distancia suficiente.

La portavoz popular afirmó que “hay tiempo” para que esta modificación llegue a tiempo para las elecciones municipales de 2019 y facilitar así “que gobiernen los alcaldes que han decidido sus ciudadanos”, y no se determine por “acuerdos oscuros en despachos”; algo que, según su punto de vista, lo piden los votantes de todos los partidos.