A su juicio, conseguiría “una mayor equidad y ahorro coste beneficio”. Se calcula que más de la mitad de las personas sexualmente activas contraen este virus en algún momento de su vida, aunque en la mayoría de los casos la infección se vence sin problemas.

Si el virus persiste en el organismo entre 20 y 30 años o si pertenece a determinados tipos, podría provocar la aparición de tumores malignos. De hecho, tras el tabaco, el virus del papiloma humano es la segunda causa de cáncer en el mundo, recordó Colegas.

En España, desde 2008 la vacuna contra este virus forma parte del calendario de vacunación oficial para las niñas entre 11 y 14 años, y protegen contra el 70% de estos cánceres, y el 99% de los casos de cáncer de cuello uterino.

En las mujeres, el virus está relacionado en la mayoría de los casos con cáncer de cuello de útero. En los hombres se asocia a tumores de pene, ano y orofaríngeos, mientras que en ambos sexos puede provocar verrugas genitales y lesiones precancerígenas (preneoplásicas).

“El uso correcto y regular del condón está relacionado con una transmisión menor del virus entre las parejas sexuales”, subrayó la entidad LGTB. Sin embargo, ya que las áreas que no están cubiertas por el condón pueden infectarse por el virus, pues los condones “no dan una protección completa contra la infección”.

En este sentido, Colegas reclamó programas de prevención y detección precoz de estos tipos de cánceres en hombres, pues “los hombres no están igualmente protegidos frente al virus que las mujeres”.