Inmigración

Amnistía responsabiliza a la UE de 721 muertes en el Mediterráneo central entre junio y julio

- Por su política migratoria

MADRID
SERVIMEDIA

Las políticas europeas han causado al menos 721 muertes en el Mediterráneo central sólo en junio y julio de 2018, según un informe de Amnistía Internacional (AI) publicado este miércoles.

Bajo el título 'Between the devil and the deep blue sea' (Entre el infierno y el profundo mar azul), Amnistía acusa a la UE de provocar el aumento de muertes en el Mediterráneo central al intentar cerrar esta vía de acceso a Europa.

Según Matteo de Bellis, investigador de Amnistía Internacional sobre asilo y migración, “la responsabilidad de este aumento en el número de muertos recae directamente en unos gobiernos europeos más preocupados por mantener a la gente fuera de su territorio que en salvar vidas”.

Agregó que “las políticas europeas han capacitado a la guardia costera libia para interceptar a personas en el mar, han restado prioridad a los rescates y han obstaculizado el trabajo vital de las ONG de salvamento". En su opinión, “el reciente aumento del número de muertes en el mar no es sólo una tragedia, es una vergüenza”.

De Bellis indicó que al aumento de los ahogamientos se suma un brusco incremento del número de personas “recluidas arbitrariamente en centros de detención abarrotados” en Libia. “El número de personas detenidas se ha multiplicado más del doble en los últimos meses, pasando de unas 4.400 en marzo a más de 10.000 a finales de julio”, indicó. Entre ellas había alrededor de 2.000 mujeres y menores de edad.

Prácticamente todas fueron conducidas a los centros tras su interceptación en el mar y traslado a Libia por la guardia costera de este país, equipada, entrenada y apoyada por gobiernos europeos.

De Bellis advirtió de que "los planes para extender esta política de externalización concertada entre Europa y Libia a toda la región son profundamente preocupantes”.

CRÍTICAS A ITALIA

Según Amnistía, el año pasado los gobiernos de Europa no lograron ponerse de acuerdo para introducir unas reformas fundamentales en el sistema de Dublín que habrían ayudado a evitar disputas sobre el desembarco en Europa de las personas rescatadas en el mar.

La reacción de Italia fue empezar a denegar la entrada en sus puertos de los barcos que transportaban a personas rescatadas. Esta nueva política se aplicó específicamente a barcos de ONG, buques comerciales e incluso barcos de armadas extranjeras.

Debido a “retrasos innecesarios en los desembarcos, personas que necesitaban asistencia urgente -heridos, embarazadas, sobrevivientes de tortura y menores no acompañados- fueron obligadas a permanecer varios días en el mar”, indica Amnistía.

“Con su cruel decisión de negar a refugiados y migrantes el desembarco en sus puertos, Italia está utilizando vidas humanas como bazas de negociación”, concluyó De Bellis.

(SERVIMEDIA)
08 Ago 2018
AGQ/caa