Durante la inauguración del II Congreso de Industria Conectada 4.0, organizado por el Ministerio de Industria y la Asociación Española para la Calidad, don Felipe manifestó que España ha hecho un enorme esfuerzo en las últimas décadas para no quedarse atrás en esta cuarta revolución industrial, a diferencia de lo que le ocurrió en las anteriores, y prueba de ello es el liderazgo de sus empresas en sectores como el textil, la automoción o las telecomunicaciones.

“No debemos olvidar que nada de esto tiene ningún sentido si no mantenemos a las personas, su bienestar y constante mejora, como centro de preocupación y medida de nuestros esfuerzos”, advirtió. "Ni tampoco que la apuesta por la innovación, la tecnología y la internacionalización influirá decisivamente en el devenir de nuestro proyecto colectivo como sociedad y como nación".

El monarca afirmó que las tecnologías 4.0 “van a transformar los productos, la forma de fabricarlos y el modo de comercializarlos”, y en este futuro “será fundamental que el sector público y el sector privado trabajen juntos para sensibilizar a los ciudadanos sobre la trascendencia y la urgencia del momento, para afrontar a tiempo los desafíos existentes, y para aprovechar al máximo las oportunidades de esta nueva revolución industrial”. Según el Rey, se trata de “un reto apasionante”, “que no nos espera” y “al que no tememos”.

Por su parte, la ministra de Industria, Comercio y Turismo, Reyes Maroto, afirmó que la transformación tecnológica de las empresas “es una necesidad, no una opción”, y las compañías que no se adapten a la nueva realidad “podrían estar abocadas a la desaparición”.

Maroto aseguró que el Ejecutivo está “comprometido” con la transformación digital de la economía y por eso recordó que está impulsando “la elaboración de una hoja de ruta para fomentar la digitalización de la industria”. También recordó que se va a crear un “observatorio del comercio 4.0” y que el próximo 11 de octubre se presentará la Red de Destinos Turísticos Inteligentes.