El 52% de la música que se escucha alrededor del mundo se reproduce a través de plataformas como Youtube y sólo el 28% paga suscripciones a recursos de pago como Spotify. Para las discográficas, esta diferencia es un “problema” dado el desequilibrio de ingresos generado por quienes optan por la opción gratuita, aunque legal.

El ‘Music Consumer Insight Report’ estima que la industria musical recibe unos 20 dólares al año por cada usuario de Spotify, mientras que desde la plataforma de Google ni siquiera se llega al dólar por usuario. En España, durante la primera mitad de 2018, todo ese consumo se tradujo en un escaso 16% del total de los ingresos de la música por Internet, tal y como apuntó la organización de productores musicales de España (Promusicae).

El mundo de la música por ‘streaming’ -aquella que se escucha sin ser descargada y a través de la red- se reparte de la siguiente manera: el 52% se escucha en Youtube, el 28% en plataformas de pago como Spotify y un 20% con suscripciones gratuitas a herramientas similares.

El caso español cambia sensiblemente y, entre aquellos que escuchan música a través de plataformas de audio, el 29% optan por las versiones gratuitas y sólo el 16% paga por una suscripción.

Actualmente, en España una suscripción ‘premium’ a Spotify no llega a los diez euros mensuales, un total de 120 por año de los que la industria musical estaría recibiendo, según sus propios cálculos, algo más del 16%.

LOS JÓVENES SÍ PAGAN POR LA MÚSICA

No obstante, el estudio concluye que son los jóvenes quienes más pagan por suscripciones de música. En concreto, en España el 49% de los que tienen entre 16 y 24 años tienen versiones de pago para escuchar música, aunque los datos globales amplían el porcentaje al 57%.

El tiempo que se dedica a escuchar música se sitúa en una media de 17,8 horas a la semana, unas 2,5 horas diarias, aunque en España se reduce ligeramente a las 16,9 semanales y las 2,4 diarias. Además, los españoles prefieren el teléfono móvil como dispositivo.

EL 47% PIRATEA

Asimismo, según el informe el 47% de los internautas españoles piratea música o acceden a ella desde lugares no autorizados. Además, los productores musicales españoles alertan de “las amenazas” que provienen del ‘stream ripping’, una técnica de descarga ilegal de las canciones que se reproducen en ‘streaming’ y que es el último grito.

Las discográficas estiman que hasta un 40% de los usuarios españoles lo han practicado intentando evitar pagar por una suscripción a un servicio de ‘streaming’ establecido, y lamentaron que “en ocasiones, el mal uso de la tecnología se viene en contra”.