Según informó el Consistorio, se regularizan 145.898 metros cuadrados de uso terciario, ubicados en el ángulo noreste de este nuevo barrio, cuyo desarrollo fue paralizado por los tribunales por la anulación del Plan Especial que permitía la construcción de 1.200 viviendas sobre parcelas calificadas para implantar usos comerciales.

Con la aprobación de este documento urbanístico, el Ayuntamiento de Madrid podrá contar con licencias de edificación. La manzana contiene tres parcelas, una de ellas destinada a zonas verdes y espacios públicos con una superficie de 24.412 m2, obtenida por el Consistorio mediante cesión obligatoria.

El proyecto adapta la superficie citada a la ordenación vigente, aprobada el 1 de agosto de 2013, y redistribuye las cargas urbanísticas pendientes entre las parcelas del conjunto del ámbito Ciudad Aeroportuaria-Parque de Valdebebas. La reparcelación es un instrumento de gestión y ejecución del planeamiento y un requisito necesario para levantar la suspensión de licencias derivada de la anulación del Plan Especial aprobado por el Pleno del Ayuntamiento el 30 de octubre de 2014, que permitía la construcción de 1.200 viviendas sobre las tres parcelas calificadas para implantar usos comerciales.

La paralización estuvo motivada por alterar el número de viviendas autorizadas, por aumentar la capacidad del ámbito en términos de población sin el correspondiente incremento dotacional y por sustituir de forma injustificada usos terciarios comerciales, hoteleros y de oficinas. Esto tuvo como consecuencia que el proyecto de reparcelación económica, aprobado el 29 de enero de 2015 y que estaba basado en ese primer Plan Especial, quedó también anulado.

Tras las sentencias, el Área de Desarrollo Urbano Sostenible del Ayuntamiento ha tramitado este nuevo proyecto de reparcelación económica, con el fin de desbloquear el desarrollo de la manzana comercial y del resto del ámbito. El proyecto tiene una doble finalidad: por un lado, “adaptar a la ordenación vigente de 1 de agosto de 2013 la superficie correspondiente a la manzana afectada por la anulación del Plan Especial” y, por otro, “repartir las cargas pendientes entre todas las parcelas del ámbito, que también se han visto afectadas por la anulación del proyecto”.