Fuentes del Gobierno aseguraron que protocolo de Casa Real advirtió a Pedro Sánchez de que tras el saludo había una foto con los poderes del Estado y por éso el presidente y su mujer se quedaron al lado de la Reina.

Pero la foto no se tomó porque la presidenta del Congreso, Ana Pastor, y su marido, así como el presidente del Senado, Pío García-Escudero, no se pararon, sino que salieron por la puerta lateral. Enseguida una persona de protocolo se acercó a Sánchez y a su mujer y les indicó que ya podían abandonar el Salón del Trono.

La recepción de este año tenía como objetivo un desarrollo rápido, que el besamanos fuera fluido, ya que los Monarcas debían viajar hasta Mallorca tras los actos del 12 de octubre para reconfortar a las víctimas de las inundaciones de Sant Llorenç.

Pero mover a 1.500 invitados repartidos por diferentes salones no es una tarea fácil, y más cuando hay cierta prisa. Los Reyes llegaron a la una y diez al Salón del Trono, donde se celebra el tradicional besamanos, para ganar tiempo, pero los invitados no llegaron hasta la una y cuarto, el horario previsto de todos los años.

En esta ocasión acudieron todos los miembros del Gobierno, salvo los ministros de Fomento, José Luis Ábalos, y de Interior, Fernando Grande-Marlaska, que se encontraba enfermo. También asistieron al Palacio Real 10 presidentes autonómicos, entre los que no estaban ni el de Cataluña, ni la de Navarra, ni el del País Vasco, al igual que la presidenta de Baleares debido a las inundaciones de Mallorca.

No sólo se estrenaba Pedro Sánchez como presidente de Gobierno en este acto, sino que también lo hacia Pablo Casado como presidente del PP y jefe de la oposición. El líder de Podemos, Pablo Iglesias, no asistió a la recepción.

No faltaron a la cita el Premio Nobel de Literatura Mario Vargas Llosa, acompañado de su actual pareja, Isabel Preysler; David Summer, cantante de Hombres G, y el cuerpo diplomático acreditado en España, incluido el Nuncio del Papa, así como el secretario de la Conferencia Episcopal Española, José María Gil Tamayo, entre otros.

También asistió una amplia representación del mundo de la discapacidad, encabezada por el presidente del Comité Español de Representantes de Personas con Discapacidad (Cermi), Luis Cayo Pérez Bueno.