Salud

El consumo intensivo de alcohol altera la barrera intestinal y las defensas, según un estudio de la UCM

Madrid
SERVIMEDIA

El consumo intensivo de alcohol altera la estructura y permeabilidad de la barrera intestinal, permitiendo el paso de bacterias a órganos internos o de productos bacterianos a sangre.

Así lo confirmó un estudio realizado por investigadores de la Universidad Complutense de Madrid (UCM) cuyos resultados han sido publicados en el ‘British Journal of Pharmacology’ y que “ayuda a comprender los mecanismos de interacción de la microbiota intestinal con nuestro sistema nervioso”, según indicó la investigadora principal, Laura Orío.

Según informó la UCM este martes, el trabajo muestra cómo el consumo de alcohol produce inflamación en el colon y altera el sistema inmune innato y adaptativo, cambios que van acompañados de modificaciones en las proteínas que forman parte de las uniones estrechas intestinales y que regulan el intercambio de sustancias entre el intestino y el resto de cuerpo.

Como consecuencia de esta disfunción de la barrera intestinal se produce la penetración de bacterias que conforman la microbiota intestinal, originando una respuesta inflamatoria que se ve incrementada tras el consumo de alcohol.

Esta “traslocación bacteriana” está relacionada con conductas de ansiedad y depresión e incapacidad para sentir placer con actividades cotidianas, precisó Orío, para, a continuación, agregar que los estudiosos también encontraron un nuevo compuesto farmacológico, la oleoiletanolamida (OEA), que podría ser usada como nueva terapia contra el abuso de alcohol.

NUEVO COMPUESTO

A este respecto, Orío admitió que los investigadores conocían que dicho compuesto prevenía determinadas respuestas al alcohol. "Ahora también sabemos que podría estar actuando a nivel local en el intestino, regulando el paso de bacterias desde el lumen intestinal a órganos internos o a sangre”, incidió.

Para este estudio, el equipo de investigación analizó a estudiantes universitarios que mantenían patrones de consumo de alcohol en botellón “constantes” durante al menos dos años y observó que éstos presentaban marcadores inflamatorios en sangre y que las mujeres “podrían ser más vulnerables a los efectos tóxicos del abuso de alcohol”.

En estos jóvenes consumidores de alcohol se observó también que la OEA se libera de forma natural por el cuerpo en un intento de contrarrestar el daño producido por el alcohol, aunque, a juicio de la investigadora, “no siempre es suficiente, de ahí que se decidiera administrar OEA en condiciones experimentales para estudiar sus efectos frente al abuso de alcohol”.

Este trabajo forma parte de la línea de investigación que se lleva desarrollando en la Facultad de Psicología desde hace unos años con el fin de encontrar nuevas terapias farmacológicas contra los efectos del abuso de alcohol.

Si bien hasta el momento los investigadores habían conseguido demostrar que un tratamiento farmacológico basado en OEA podría tener propiedades muy beneficiosas para tratar las alteraciones inducidas por el abuso de alcohol, con este estudio profundizaron en los mecanismos de acción de la OEA y su “posible efecto en el eje intestino-cerebro, ya que se ha visto que el tratamiento con OEA previene la traslocación bacteriana”, arguyó.

Los resultados de esta línea de investigación han dado lugar a una patente internacional basada en este compuesto como posible fármaco contra los trastornos por consumo de alcohol que está siendo explotada por una empresa de Florida (EEUU).

(SERVIMEDIA)
16 Oct 2018
MJR/caa