Da Silva hizo este anuncio durante la inauguración de la Cumbre Parlamentaria Mundial contra el Hambre y la Desnutrición que se celebra hoy y mañana en el Senado.

La cumbre, a la que asisten más de 200 parlamentarios de 80 países, fue también inaugurada por los presidentes del Gobierno y del Senado, Pedro Sánchez y Pío García Escudero, respectivamente.

Da Silva resaltó que 820 millones de personas en todo el mundo presentan desnutrición (151 millones de ellos son niños) y que, al mismo tiempo, 671 millones tienen problemas de obesidad (38 millones de ellos, niños).

Según la FAO, "la subalimentación y la obesidad coexisten en muchos países, e incluso se pueden dar en un mismo hogar. Las causas de este fenómeno aparentemente contradictorio tienen que ver con la falta de acceso a alimentos nutritivos debido a su mayor costo, el estrés de vivir con inseguridad alimentaria y las adaptaciones fisiológicas a la privación de alimentos.

Por eso, da Silva advirtió que, de seguir así, ambas magnitudes podrían igualarse, y pidió "tratar la obesidad como un problema de salud pública, con políticas públicas" enfocadas a combatirla.

"Los sistemas nacionales deben garantizar alimentos de calidad, nutritivos y accesibles a toda su población", y reclamó políticas y leyes que "favorezcan la diversidad agrícola, el consumo de alimentos frescos y locales, la prohibición de ciertos tipos de grasas o la publicidad infantil de productos insanos".

Algunos países ya lo han puesto en práctica, y este es precisamente el objetivo de estas alianzas parlamentarias que la FAO promueve a nivel regional y mundial, explicó.