Según informó esta compañía, ha iniciado en la capital “una prueba piloto que permitirá a los madrileños optar por los patinetes eléctricos compartidos de Bird, en lugar de hacer viajes cortos en coche que provocan atascos y generan emisiones contaminantes”.

La compañía explicó que ha iniciado su despliegue en la capital “con el apoyo y colaboración del Ayuntamiento de Madrid”, con el que ha contactado para poner a disposición de los ciudadanos “un sistema de movilidad urbana sencillo, práctico y sobre todo muy intuitivo”.

Solo es necesario descargar su aplicación gratuita desde Apple Store o Google Play para localizar el patinete eléctrico más cercano, escanear su código en el manillar para desbloquearlo y conducirlo hacia el destino deseado.

“CRECIMIENTO RESPONSABLE”

Una vez se termina el trayecto -que cuesta 1 euro por desbloqueo y 15 céntimos por minuto-, el vehículo debe aparcarse en un lugar seguro que no obstaculice el tráfico rodado o peatonal, como por ejemplo en un punto de aparcamiento para bicicletas.

Asimismo, Bird explicó que como novedad respecto a otras empresas de alquiler de patinetes eléctricos ofrece la recogida diaria de los vehículos. Esto supone que todos los patinetes se recogen por la noche, se cargan y a la mañana siguiente se estacionan de nuevo en lugares estratégicos y seguros.

Esta empresa además promete un “crecimiento responsable” de sus vehículos, de forma que cada uno de los que sea utilizado más de tres veces se incorporará a la flota. Además, los ‘observadores de Birds’ controlarán la ubicación y estado de los patinetes disponibles en la ciudad para darles un seguimiento en tiempo real durante el día.

Bird empezó su actividad en septiembre de 2017 en EEUU, desde donde la compañía se ha expandido a más de 120 ciudades en todo el mundo, entre ellas París, Viena y Zurich.