La OCU critica el nuevo modelo de etiquetado propuesto por las multinacionales alimentarias

Madrid
SERVIMEDIA

La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) trasladó este jueves su preocupación a la Agencia Española de Consumo, Seguridad Alimentaria y Nutrición (Aecosan) sobre cómo se está desarrollando el sistema de Etiqueta Nutricional Evolucionada (ENL), basado en el tamaño de las porciones, y consideró que dicho sistema “no cumple con los requisitos definidos en el reglamento de la UE sobre información nutricional adicional, ni es útil para que los consumidores puedan elegir alimentos más saludables”.

En un comunicado, insistió en su apuesta por la introducción de un esquema europeo de etiquetado nutricional obligatorio denominado ‘front-of-pack’, basado en la codificación por colores.

Asimismo, aseveró que, en el caso de España, se están desarrollando esquemas diseñados por operadores de la industria o por autoridades nacionales que, a su entender, “no cumplen con los requisitos legales” establecidos en el Reglamento de Información Alimentaria, como la ENL, propuesta por Nestlé, Unilever, Mondelez, Coca-Cola y PepsiCo.

Para la OCU, este sistema busca adaptar la etiqueta nutricional del semáforo del Reino Unido de tal forma que el código de color para "porciones más pequeñas" dependa de criterios más indulgentes que aquellos de las porciones más grandes o por 100 gramos.

OCU respalda el código de colores, “siempre y cuando estén basados en criterios uniformes para ayudar a los consumidores a descifrar la información nutricional con mayor facilidad”. Sin embargo, la organización cree que el código de colores basado en el tamaño de las porciones, como proponen estas compañías de la industria alimentaria, “inducirá a error a los consumidores, ya que no podrán comparar fácilmente diferentes productos si los colores del esquema pueden variar cuando se usan para porciones más grandes o más pequeñas”.

Según OCU, “al contrario de lo que dicen las compañías, no hay evidencia que demuestre que ENL aliente a los consumidores a comer porciones más pequeñas, sino todo lo contrario”.

OCU mostró su “preocupación” por que se permita el uso del esquema ENL durante dos años en Europa “antes de asegurarse cuál podría ser el resultado”, ya que estima que no ha “demostrado pruebas sólidas de efectividad, y sin embargo tiene un gran potencial para engañar a los consumidores”.

En este contexto, la organización cree que los esquemas de etiquetado nutricional simplificados que no cumplan con los criterios establecidos en la legislación de etiquetado de alimentos “no deberían permitirse en el mercado, incluso bajo el pretexto de una fase de prueba”, por lo que demandó que no se permita dicha prueba en el mercado español.

(SERVIMEDIA)
08 Nov 2018
MJR/caa