"Necesita ser visto como un sistema de bienestar complejo que forman parte de otros elementos que hoy prácticamente no existen, como es el ahorro capitalizado", defendió en alusión a la construcción de huchas privadas de forma individual y en el seno de las empresas durante su intervención en unas jornadas sobre el Pacto de Toledo organizadas por 'El Nuevo Lunes' y la Fundación Axa.

González de Frutos valoró la "extrema valentía" de la reforma de las pensiones en 1986 y del trabajo del Pacto de Toledo, pero criticó que fiar su viabilidad a una sucesión de ajustes paramétricos hace ahora que cuando tengamos plenamente desplegada la reforma de 2011, "ya prácticamente no nos quedará otro parámetro que ajustar que la edad de jubilación".

"Un sistema que, si permanece con el tablero y las reglas actuales, se condena a reajustarse de forma más o menos continuada y permanente. Y a reajustarse siempre por el mismo flanco, el único que queda, que da la casualidad que, se tome la encuesta que se tome, es el flanco que más escuece al español medio: la edad de jubilación", señaló.

PROFESIONALIZAR EL DEBATE

González de Frutos demandó, sin embargo, abordar cualquier reforma con un debate que "se repose, se profesionalice" y se "desapasione" para hacerlo bien. "Ninguno de nosotros se dejaría operar por un cirujano que estuviese en medio de un ataque de nervios", apostó.

La presidenta de Unespa lamentó que, pese a los avances del Pacto de Toledo, no ha conseguido el objetivo número uno de evitar que se siga hablando de pensiones porque el problema continúa latente y criticó que se ha perdido la oportunidad de convertirlo en, además de una Comisión Parlamentaria, en "un auténtico grupo de trabajo permanente" o sandbox de las pensiones.

En este sentido echó en falta la "muy escasa audiencia" que ha dado a la sociedad civil en esta labor y demandó que se reforme en sí mismo el Pacto de Toledo para que sea más abierto, "con más protagonistas, y con toda la carga técnica que tiene el tema".

Las aseguradoras representadas por Unespa creen necesario que se fomente la creación de huchas en las empresa para sus empleados con sistemas de contratación obligatorios o pseudobligatorios como los existentes en Reino Unido, y que se incentive fiscalmente con deducciones en el impuesto de sociedades y el IRPF.

SACAR EL DEBATE DE LA ESFERA POLÍTICA

Por su parte, el presidente de la Fundación AXA y Consejero delegado de Axa, Jean-Paul Rignault, emplazó a sacar el debate de la esfera "puramente política" y abordarlo con "sangre fría" porque se trata de un problema social de medio y largo plazo.

Rignault lamentó que la "incapacidad" para alcanzar un acuerdo global entre todas las fuerzas políticas y de larzo plazo hace que el "problema sigue engordando" y "cada generación que pasa se empobrece".

Conforme a un estudio, refirió que si se no se toma cartas en el asunto en 2045 "una pequeña porción de trabajadores" va a tener que sostener con sus cotizaciones, sin nada cambia, a "un ejército de pensionistas".

Aunque considera clave dar viabilidad al sistema público de pensiones y que se mantenga como "principal fuente de ingresos de los jubilados", apostó por abordar la "asignatura" pendiente de los planes profesionales o de empresas para remediarlo.

El directivo defendió que el problema transciende a los actuales pensionistas y hay una responsabilidad con los más jóvenes: "En el mejor de los casos, tenemos que evitar que se conviertan en ancianos empobrecidos".

Rignault coincidió, por otro lado, con Unespa en la necesidad de, como mínimo, advertirles de la situación y exigir al Gobierno que informe a los españoles sobre las expectativas de cobro de pensiones como se obligó por una ley de 2011.