“Hay siete millones de niños que se van a dormir cada noche con hambre”, declaró el director regional de esta organización para Oriente Medio y África del Norte, Geert Cappelaere. Cada día, 400.000 se enfrentan a la amenaza de la desnutrición aguda grave y podrían morir en cualquier momento, según las predicciones de Unicef.

Más de dos millones de niños están fuera de la escuela y aquellos que aún pueden ir tienen que conformarse con una educación de “baja calidad en aulas abarrotadas”. Es la situación tras casi cuatro años de combates.

La entidad de Naciones Unidas está ampliando su respuesta, incluyendo la prestación de apoyo terapéutico a niños que sufren desnutrición, aumentando el número de centros de tratamiento y capacitando a trabajadores de salud comunitarios para que puedan identificar casos de desnutrición en su etapa más temprana.

A los niños más graves les deriva para que puedan recibir el tratamiento que necesitan. “Con incansable esfuerzo y a través de una campaña de vacunación contra la poliomielitis que ha alcanzado a más de cuatro millones de niños hasta el momento, seguimos evitando que los niños caigan enfermos”, explicó Cappelaere.

Para seguir respondiendo a las necesidades más urgentes de los niños y familias de Yemen durante 2019, Unicef cifra en casi 500 millones de euros los que necesitan para invertir en esta labor. Con esto podría prestar apoyo en materia de salud, nutrición, agua y saneamiento, así como poner en marcha actividades y programas educativos y de protección.