Don Juan Carlos y doña Sofía asistieron a esa conmemoración, sentados en el semicírculo del hemiciclo junto a los expresidentes del Gobierno Felipe González, José María Aznar, José Luis Rodríguez Zapatero y Mariano Rajoy, y a los padres vivos de la Constitución, Miquel Roca, José Pedro Pérez Llorca y Miguel Herrero y Rodríguez de Miñón. Todos ellos frente a la tribuna donde se ubicaron los Reyes junto a sus hijas, la Princesa de Asturias y la Infanta Sofía.

En un momento de su intervención, la presidenta del Congreso de los Diputados, Ana Pastor, expresó el respeto, la gratitud y el afecto de los españoles a los Reyes Eméritos, concitando con esa frase la mayor ovación de su intervención, "por tantos años de servicio y entrega a España".

Los Reyes Eméritos fueron de nuevo ovacionados durante el discurso de Felipe VI, cuando destacó que en la monarquía parlamentaria "el Rey es símbolo de la unidad y de la permanencia del Estado", reflexión que aprovechó para rendir homenaje a su padre por contribuir a la consolidación de esa institución "de forma tan decisiva y determinante", y a su madre por su "apoyo permanente y comprometido". Fue el único momento en el que se interrumpió el largo discurso de Felipe VI.

Este recuerdo a los monarcas que pilotaron la Transición a la democracia suscitó una larga ovación de los parlamentarios y del resto de autoridades del Estado hacia la reina, entre ellos también por parte de la alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena. Doña Sofia incluso se dirigió a los parlamentarios visiblemente emocionada agradeciendo la ovación.

En ese momento se produjo un intercambio de miradas entre Felipe VI y los Eméritos que fue agradecido por parte de doña Sofía que, tras asentir la cabeza mirando a su hijo, se giró hacia don Juan Carlos y se sumó brevemente al aplauso.

Cabe destacar que, pese al silencio respetuoso de los representantes de Unidos Podemos, los presentes sólo interrumpieron los discursos institucionales para aplaudir a don Juan Carlos, lo que se fue agradecido como un reconocimiento por parte de la Casa Real.

Además de los respaldos al emérito, sólo se aplaudió en el hemiciclo durante el discurso Ana Pastor cuando ella habló de la lucha contra el terrorismo.